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Una persistente luz traspasó los párpados de Jimin y aunque su cuerpo le gritaba que debía seguir descansando, no pudo volver a dormir y se obligó a sí mismo a abrir los ojos. Parpadeó unas cuantas veces tratando de acostumbrarse a la iluminación pero una mancha apareció frente suyo, con un agudo chillido. Jimin jadeó queriendo poner en su lugar todos sus sentidos y lo primero que logró fue distinguir las palabras de Kitty.

— ¡El joven maestro no tomó sus pociones! ¡Kitty le recordó al joven maestro que debía tomar sus pociones!

Poco a poco la figura de la elfa se hizo más clara y los brillantes ojos violetas de la criatura lo miraban con una mezcla de preocupación y regaño. Volvió a cerrar sus ojos y soltó un suspiro. Jimin no estaba de humor para jugar al buen amo y por un segundo se sintió tentado de ordenarle a Kitty que desapareciera.

Unos viales llenos de pociones fueron empujados a sus labios obligándolo a beberlos. Casi se ahogó, pero jadeó cuando su cuerpo comenzó a adormecerse, alejándolo de los temblores y dolores eléctricos que estaba sintiendo desde que recuperó la consciencia. Un chasquido de Kitty lo sentó en la cama, descansando su espalda entre un mar de almohadas, por fin pudo obtener una mejor vista de su cuarto y la elfa.

— ¿Cuánto tiempo he estado dormido?

— El joven maestro estuvo dormido durante dos días. 

— ¿Draco? — Frunció el ceño, haciendo un rápido cálculo mental, recordando que tenía una cita apartada para su amigo.

— El joven maestro Malfoy está afuera esperándolo. También llegó una carta para el joven maestro — Kitty dejó la carta en el regazo de Jimin. — ¿Hay algo que Kitty pueda hacer para el joven maestro?

Jimin saboreo su boca e hizo una mueca de asco. — Té y algunos bocadillos estarían bien. Hazle saber a Draco que ya puede entrar.

Agachó la mirada cuando terminó, interrumpiendo cualquier intento que tuviera la elfa de hablar. Tenía malos días, y no estaba de humor. Jimin no quería alentar a Kitty para que se tomara más libertades, aunque se caracterizaba por ser ampliamente más indulgente que su padre, seguía viendo a la criatura como su sirviente y con JungKook aún sin hablarle, no iba a inclinarse a las políticas progresistas de su pareja.

La mandíbula de Jimin se tensó cuando alcanzó la carta. Sus manos temblaban levemente pero con una firmeza constante. Lo mejor que podía después del último encuentro con sus compañeros mortífagos.

Después que Dolohov y Macnair se cansaron de jugar quién soltaba el Cruciatus más fuerte sobre su cuerpo, lo dejaron semi inconsciente con el cuerpo de Vanessa a su costado. Si bien, ni Dolohov ni Macnair tenían la fuerza del Señor Oscuro, le tomó unos minutos poder pensar con frialdad. Llamó a Kitty y le ordenó llevarlo de vuelta a la mansión para recuperarse.

Dejó el cuerpo de Vanessa atrás, no tenía ni idea qué hacer con él. ¿Debía arrojarlo a algún callejón para que los aurores lo encontraran? ¿Debía enviar su varita a su familia para que encontraran paz? ¿Debía transfigurar su cuerpo y dejarlo en algún lugar olvidado del bosque?

Muchas sugerencias aparecían en su mente y cada una era igual de deshonrosa que la anterior.

Abrió la carta con rabia reprimida. Al parecer Roger Prideaux esperó hasta que Jimin fuese torturado para enviarle su carta con respuestas. Una excelente sincronización.

Frenético, omitió las palabras de cortesía y buscó directamente lo que quería con tanto recelo. Entre la lista de objetos que había consultado, encontró su misión.

Seelenfänger: "El día que un mago pueda controlar el Seelenfänger tendrá la facultad de atrapar las almas de los magos más poderosos sin opción de que puedan escapar. Aunque se conoce como una leyenda, historiadores mágicos aseguran que Merlin ocultó el Seelenfänger." No se conoce más información de este objeto.

Neon →kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora