erumpere ⇢ 𝒕𝒂𝒆𝒈𝒚𝒖

Capítulo 20

18 meses después

El primer año de universidad había sido menos catastrófico de lo que esperaba. Iniciando el segundo, ya no se sentía tan novato e inseguro.

Le gustaba su carrera, tenía un grupo de estudio, sus profesores eran buenos y la universidad era bonita. Además, a la vuelta de la esquina había un pequeño local con un excelente soju a un excelente precio.

Su vida universitaria era maravillosa y la amaba.

Con los trabajos y esas cosas se había vuelto un poco difícil seguir llevándole flores a Hueningkai, pero se mantenía constante. Después de un año y medio seguía entregándole esa paz y tranquilidad que necesitaba.

De Taehyun aún no se sabía nada. Nada más que seguía yendo a terapia y había dado la prueba de admisión universitaria, sacando buenos resultados. A qué universidad se había inscrito y en qué carrera no tenía ni la menor idea, pero confiaba en que estaba haciendo bien.

— ¡Gyu! ¡Vamos al cine, ¿quieres venir?! — sonrió leve. Aún no entendía por qué sus amigos tenían la manía de gritarle cuando estaba a no más de tres metros.

— Iré a ver a mi abuela esta tarde. Tal vez otro día me una. — todos asintieron y comenzaron a despedirse.

— Envíale mis saludos a unnie.

— Lo haré. — rió ante las palabras de su amiga, quien había ingresado a la universidad ese mismo año pero había sido integrada al grupo, de alguna manera. Y también era la consentida de su abuela. Mejores amigas se decían.

Comenzó su camino hasta el paradero. Esperó unos minutos por un autobús, pensando que, tal vez, sería mejor caminar. Si se cansaba entonces pediría un taxi. Era temprano y día viernes. Podía permitirse pequeñas pausas como esa.

Se puso sus audífonos y presionó reproducir a su playlist favorita. Así el camino sería más tranquilo y lo sentiría más corto.

De todos modos tomó el autobús ni cinco minutos después.

Nunca ponía atención al recorrido, pero esta vez lo hizo. No tenía ganas de ver las redes sociales ni nada de eso.

Descubrió que el autobús pasaba por su tienda de chocolates favorita, y también por el terminal.

Por el terminal, donde había una parada obligatoria y un muchacho de cabello rubio, con una maleta y un largo abrigo negro.

Se puso de pie e intentó sacar la cabeza por la ventana. Estaba seguro de que era él.

— ¡T–!

— Siéntese por favor, tenemos que seguir. — miró por un segundo al chófer y devolvió la mirada a las puertas del terminal, donde lo había visto. Lo reencontró en el cruce, con la cabeza baja escribiendo en el teléfono. Su rostro no era visible, hasta que lo levantó y el castaño cayó sobre su asiento.

Sí era él.

Era Taehyun.