Capítulo 6

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Pasó un mes.

Cuatro semanas, treinta días, treinta visitas.

El ya no tan indiferente rubio seguía yendo, y seguía vistiendo de negro y tonos café. Comenzaba a dudar si algún día lo vería con otros colores.

Probablemente no, pues sólo lo veía ahí, en sus idas al cementerio, al lugar al que siempre iba de negro.

Pero eso no importaba, porque ahora sonreía cuando entraba.

— Buenos días.

Miró el reloj en la pared. No habían abierto ni hace una hora y él solía venir por las tardes, ¿qué hacía ahí tan temprano?

— Buenos días. — sonrió, debatiéndose internamente sobre preguntar al respecto de su visita o simplemente omitirlo.

— Parece que te preguntas por qué estoy aquí tan temprano, ¿no es así?

Sus labios se separaron involuntariamente, consecuencia de su gran sorpresa. ¿Qué tan expresivo era su rostro?

— S-sí, la verdad sí. Sueles venir más tarde, así que...

Dejó las palabras en el aire mientras lo veía sonreír leve y seleccionar sus flores, esas que no habían cambiado desde ese día.

El día que lloró frente a él.

— Es simplemente que falta poco para el suneung* y tengo que estudiar. Prefiero hacerlo durante las tardes. Por eso vendré más temprano a partir de ahora.

— Entiendo, yo también debería comenzar a prepararme... — bajó la mirada mientras se hacía la nota mental de llevar sus libros a la florería. Lo había olvidado completamente.

— Si tienes dudas puedes preguntarme, solía ser uno de los mejores de mi grupo. — el rubio dejó el ramo sobre el mesón, envuelto en papel periódico de manera uniforme, incluso más bonito de lo que el mismo Beom lo hacía.

Estuvo a nada de preguntar respecto a ese solía, pero, nuevamente, se contuvo.

De seguro había dejado de asistir a la escuela, o quizás no, sin embargo siempre estaba el riesgo de que se relacionara con sus visitas tan constantes al cementerio.

— Te agradezco mucho. Anotaré mis preguntas y te las haré cuando vuelvas.

— Eso suena bien. — sonrió nuevamente y le entregó el dinero.

Jamás lo había visto sonreír y ahora lo había hecho tres veces, en un sólo día.

erumpere ⇢ 𝒕𝒂𝒆𝒈𝒚𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora