erumpere ⇢ 𝒕𝒂𝒆𝒈𝒚𝒖

Capítulo 22

Beomgyu no entendía. Realmente no podía hacerlo.
Estaba seguro, por completo seguro de que el chico que había visto en el cruce era Taehyun, pero Taehyun ahora estaba frente a él, frente a Hueningkai y ya no rubio; ahora su cabello era rojito cereza.

Tenía una maleta mediana y una mochila, observándolo con asombro tan notorio como probablemente lo era en su rostro.

— Y-yo... Creí verte en el terminal.

— Estuve en el terminal, pero... Hace horas.

— Ya veo.

Ambos asintieron. Uno confirmando lo dicho y otro tratando de lograrlo y comprender que se había equivocado, pero no tanto.

Taehyun había vuelto, y se reía de él.

— ¿Por qué te ríes?

— ¿Es tan impactante verme de nuevo?

— Sí. — no había querido ser tan directo, sin embargo la respuesta escapó así de sus labios, incontrolable.

— Lo entiendo. Fueron muchos meses sin venir.

— ¿Dónde estabas? — nuevamente quería coserse la boca, o ponerse un cierre que le permitiera sólo hablar después de pensar.

— Di la prueba de admisión universitaria y me inscribí en la universidad de Daegu. Recién volví a Seúl.

— Ya veo. Supongo que tu familia te está esperando.

— Sí, sí, de hecho ya estaba por irme.

— Eso está bien. — ambos asintieron una vez más, la mirada del ahora pelirrojo cayó sobre el ramo de flores entre las manos ajenas, ese que traía amapolas irlandesas e ilusiones. No pudo evitar sonreír, y Beom no pudo controlar su pequeño sonrojo al notar lo que Taehyun había visto.

— Sabía que aún lo hacías.

— Sí, es como una costumbre. Lo siento.

— No tienes que disculparte. Ya te dije que te lo agradecía muchísimo, y todavía estoy agradecido. — una brisa de viendo movió los cabellos de ambos y removió las flores entre las manos del mayor. Su mirada volvió a Taehyun para recordar que ya no era rubio. Y, ciertamente, le quedaba fenomenal. — Bueno, debo irme. Intentaré venir otra vez antes de regresar a Daegu. — Beomgyu asintió con una pequeña sonrisa, haciéndose a un lado para no estorbar en el sendero. — Estarás aquí, ¿verdad?

— Si vienes un día de semana, es poco probable. Pero suelo estar aquí los sábados y domingos. Aunque mi abuela está todos los días.

— Lo sé, pero no me gustaría irme sin despedirme de ti. Supongo que entiendes lo difícil que es el primer año de universidad.

En realidad no, lo había soportado bien, pero le interesaba el rumbo que estaba tomando la conversación, así que podía pretender que sí; la universidad era el infierno en vida en ese momento.

— Sí, lo comprendo perfectamente.

— Entonces... ¿crees que podamos intercambiar números? Para asegurarnos de que nos encontremos antes de que me vaya. — Beomgyu se mordió la mejilla interna con fuerza, frenando el fuerte impulso de sonreír.

Él sabía que le gustaba el rumbo de la conversación.