Capítulo 28

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Tal y como había dicho, Taehyun sólo había vuelto de Seúl para visitar a Kai. Estuvo horas, muchas horas sólo sentado allí, bajo el sol, acariciando el pasto creciente entre sus dedos.

Beom lo observaba desde la reconfortante lejanía de un par de metros, preguntándose si no sentiría hambre, cansancio por el viaje o sofocamiento por el intenso calor que golpeaba aquella zona. A pesar de todos los cuestionamientos y preocupaciones que merodeaban a su alrededor, prefirió mantenerse en su lugar, en silencio, sin interrumpir esa paz que Taehyun había venido a buscar y que por fin había encontrado.

El camino de regreso fue tal como el de ida: silencioso. Beomgyu se preguntaba qué había pasado durante la semana para que las cosas fueran... así. ¿Taehyun viajando por un solo día para estar un par de horas sentado en el mismo lugar todas ellas? Sabía que para Tae era más que eso, pero de igual forma... Después del fin de semana realmente creyó que esos silencios entre ambos se acabarían de una vez por todas.

Claramente sus creencias estaban mal.

— ¿No comerás nada antes de irte? — entonces habló, cuando el arco de la entrada ya se veía muy cercano y temió que su visita terminara así, sin más.

— Cerca del terminal hay una cafetería, comeré ahí.

— Te acompaño. — los ojos de Taehyun lo cuestionaron por unos segundos, y a ese escutrinio sumado una pequeña sonrisa que deseaba asomar, fue suficiente razón para impulsar los nervios de Beom como cohete. — E-es q-que mi a-abuela... Dejó galletas pero... Y-ya me las comí y...–

— Está bien, puedes venir conmigo, Gyu. — no se dio cuenta de que su mano estaba fría y temblorosa hasta que el calor de los dedos de Tae la arropó con suavidad. Estaba confundido, muy confundido, pero a la vez entendía que estaba en un proceso aún y que, quizá, era demasiado pedir estabilidad.

De todas formas, le gustaba así.

erumpere ⇢ 𝒕𝒂𝒆𝒈𝒚𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora