Amor Salvaje (CONCLUIDA)

Capítulo 32: Primera Cita

Narra Bo:

Hace varias semanas fue la presentación de la maqueta, sacamos todos una A; a la profesora le fascinó los materiales, el informe y la presentación.
Brock y yo seguíamos comiendo juntos un recreo por día, luego de eso, cada uno iba por su lado. Me agradaban esos momentos. Fueron precisamente esos momentos que me confirmaron mis sospechas: me gustaba.
¿Pero cómo decírselo? ¿Cuando era un momento oportuno? Tantas dudas me tenían abrumado. La campana sonó y todos se fueron al receso. Luego de comer junto a Brock, Primo se me acercó.

-¿Qué pasa?.
-¿Cuando me ibas a decir?.
-¿Qué cosa?.
-Que color de traje debo usar en su boda.

Me puse muy rojo al instante, le tapé la boca y lo metí al baño de hombres.

-No lo grites idiota, alguien podría escuchar.
-¿Entonces es verdad? -dijo con una sonrisa pícara-.
-Llegas a abrir la boca y...
-Tranquilo, eres mi amigo -puso su mano en mi hombro- te apoyo.
-Gracias.
-Creo que se me vería bien el blanco.
-Cállate.
-Así que... ¿ya han tenido una cita?.
-No.
-¿Siquiera le dijiste lo que sentías?.
-No.
-¡¿Qué?!.
-Baja la voz.
-Perdón.
-No sé cómo decírselo, o si me aceptará.
-Amigo, lo tienes a tus pies. Eres un jugador muy bueno en el equipo, eres inteligente. Listo. Ya lo tienes.
-Gracias -me cruce de brazos-.
-Deberías inventar una excusa para estar más con él, así le dices y... boom.
-Eso es... realmente una buena idea. ¿Cómo es que nunca me das consejos?.
-Nunca los pides.

Narra Brock:

-¿Así que te hiciste amigo del pingüino?.
-Si.
-Me alegro por ti.

No se nos acercó a Poco y a mi.

-Disculpa Brock, ¿podemos hablar?.
-Claro que si, disculpa Poco.

Me fui con Bo a hablar en privado.

-¿Qué pasa?.
-Escucha, nos conocemos hace tiempo.
-Si, mucho tiempo... hace 2 meses.
-Pero quisiera preguntarte si... -se puso un poco rojo- ¿estás libre el sábado?.
-Claro -me emocionó la idea-.
-Genial... ¿quieres ir al campo de tiro?.
-No se usar el arco.
-Yo podría enseñarte.
-¿De verdad?.
-Claro, es fácil.

Narra Bo:

Cuando llegó el día, pase por él, toque la puerta de su casa. Él salió a abrirme vestido muy lindo, fuimos al campo de tiro en el auto de mi padre. Hace tiempo que tenía la licencia y quería lucirme.
Pagamos por la entrada, flechas y demás cosas.

-Okey -me acerque detrás suyo- tienes que levantar los brazos de esta manera.
-¿Así? -lo hizo mal-.
-No, como así -me apegue a él y subí sus brazos bien-.
-Oh ya veo.
-Ahora respira, exhala y lanza la flecha -la flecha no llego lejos-. Buen primer intento.
-Dios mío -nos reímos juntos-.
-Vamos a volver a intentarlo -lo hizo un poco mejor esta vez-. Bien.
-Creo que le estoy agarrando la onda.

A la distancia, un grupo de personas un poco mayores a nosotros estaban riéndose de Brock. Me moleste mucho pero no dije nada para no arruinarlo, se acercaron hasta al lado nuestro y siguieron balbuceando cada vez que tiraba una flecha.

-¿Primera vez? -le dijeron en tono burlón a Brock-.
-Emm... si.
-Se te nota -se rieron-.

Brock se puso un poco rojo, dejo el arco en una mesa, se quiso ir pero lo tome del brazo.

-No.
-¿Que haces? -dijo sorprendido-.
-Hey imbecil -se dio vuelta enojado- ¿un duelo o tienes miedo?.

Todos en el sitio fijaron la mirada en nosotros, él río un poco.

-¿De verdad quieres hacerlo niño? No quiero humillarte.
-Vas a necesitar una silla de ruedas, porque te voy a co... -Brock me tapo la boca-.
-Aceptamos -dijo casi gritando-.

Nos pusimos al lado.

-¡Vamos Bo! -me grito Brock-.
-Gracias -eso me saco una sonrisa y me dio fuerzas-.

La primera flecha dio casi en el borde, se rio el grupito de mi adversario, él lanzó la suya y fue mejor que la mía. Me calmé, la segunda fue casi al centro, Brock grito y todos los demás también. Mi adversario dio en el borde, me reí. En la tercera se definía todo, humillación o la gloria eterna. La flecha de mi enemigo dio casi en el blanco, no lo voy a negar, fue un muy bien tiro. Me puse un poco nervioso. Brock puso su mano en mi hombro.

-No importa si pierdes o ganas, lo hiciste por mi, y eso es lo que valoro.

Me puse rojo, abrí la boca y esbocé una sonrisa. Como un arquero profesional, di un tiro certero y di en la diana. Todos gritaron, se emocionaron.

-¿Qué pasó amiguito? -me dije burlón a mi adversario-.
-¿QUÉ? REVANCHA, RE...
-Tráiganle un pañuelo, va a llorar -intervino y dijo Brock-.

Todos se rieron, ellos se fueron.

Narra Brock:

Eso fue genial, sentí... algo. No sé cómo describirlo pero... me gustó. Me sentí especial, sentí que por primera vez en mi vida, alguien me defendió. Caminamos juntos hasta un restaurante de comida rápida, comimos algo y hablamos un poco. Luego de pasear un poco en su auto, me llevo hasta mi casa y nos despedimos.

-Me divertí mucho hoy, me gustó sobretodo la parte en la cual ganaste.
-Si, a mi también. A parte de las hamburguesas -nos reímos un poco-.
-Supongo que te veré en clases el lunes.
-Si.
-Adiós Bo -me arriesgue a darle un beso en la mejilla-.

Acto seguido, abrí la puerta rápidamente y entre súper rápido. Me tape la boca y me puse muy rojo.

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