Amor Salvaje (CONCLUIDA)

Capítulo 40: Los dos "B"

Narra Bo:

Despertamos después de un gran golpe contra el suelo.

-¿Están todos bien? -pregunté-.
-Dios Bo, tu cara -me dijo Brock poniendo su mano en mi cara- te heriste.
-No es nada -me toque la frente, estaba sangrando- estoy bien.
-Ven aquí cactus -decía Collete saltando, resulta que Spike estaba incrustado en el techo- tranquilo, yo te bajo.
-Ven, déjame ayudarte -Subi a Collete a mis hombros-.

De nada sirvió, ya que Spike de repente cayó del techo y Collete no pudo atraparlo. Bull, como seguía en el suelo, no pudo moverse y el cactus aterrizó en su espalda. Él gritó de dolor, se paró y lo ayudamos a separarlos.

-¿Estamos todos? A ver: aquí estoy yo, el amor de mi vida, Collete, Bull, Spike y... -Darryl estaba en modo barril- Darryl.
-¿Ahora que?.
-Ruffs dijo que lo esperemos.
-Vengan a ver esto -Brock miraba por una ventana- estamos en otro planeta. Oh ahí está Ruffs.

Ruffs abrió la cápsula, salimos todos con cuidado. El planeta era algo frío, con árboles rosas y algunas plantas moradas. El cielo era de un rosa con amarillo.

-No se preocupen, este planeta tiene una atmósfera. No será un problema el oxígeno.

Caminamos un rato hasta llegar a la nave, estaba dañada, salía un poco de humo desde la parte de arriba.

-Tomara tiempo reparar la nave.
-Oh no, si antes estábamos lejos, ahora nunca llegaremos.
-Tranquilos, tengo las herramientas para repararla.
-¿De verdad?.
-Claro que si mi amigo de hojalata, aprendí mecánica. Pero tomará tiempo y algunos materiales.

Ruffs entró y sacó una tableta.

-Como me temía, necesitamos más energía.
-Uhhh -dijo impresionada Collete- linda.
-En este planeta, existe algo que se llaman "Cocos Energéticos" -nos mostró una foto- pueden parecer unos cocos comunes. Pero dentro de ellos, hay energía que podemos usar.
-Genial, vamos por esos cocos y vámonos de aquí.
-Vamos Brock -dije pero la cabeza me dolió-.
-Ah si, lo iba a decir: tú no irás. Brock, tienes que ir a conseguirlos.
-Esta bien, tu quédate aquí y sana esa herida.
-Bull, ve con el. Los nativos de este planeta pueden darle problemas a Brock.
-¿Hay alienígenas?.
-Claro que si.

Narra Brock:

Los dejamos para que arreglaran la nave. Junto a Bull, no sabíamos hacia donde íbamos. Tomo un palo del suelo y lo uso para abrirnos paso entre la vegetación. Todo iba relativamente bien hasta que Bull cayó de cara a un charco. Contuve la risa. Este se enojó mucho, rompió el palo y pateo el árbol.

-Hey tranquilo.
-¡NO ME DIGAS QUE ME CALMES! ¿OKEY? -siguió con su rabieta-.
-Hey, no me grites.
-¡TENGO DERECHO A ESTAR ENOJADO, ME QUIERO IR!.
-¿Y tú te piensas que yo no?. Tengo dos niños en la Tierra esperándome. ¿Te piensas que eres el único en este mundo? Pues lamento informarte que no es así.

Bull se calmó y se dejo caer en el piso, soltó un par de lágrimas.

-Tranquilo, está bien.
-No lo está -lloró un poco más fuerte- extraño a Crow y a Bibi.
-Sé que es difícil, pero es así, nos guste o no.
-Me pregunto si Bibi habrá desayunado.
-¿Te llevas bien con Bibi? Digo, cómo son hermanos, y los hermanos tienen fama de pelear seguido.
-No -se rio un poco- de hecho, soy más como su padre. Yo la crié.
-Eso es muy dulce.
-Si, incluso nos pudimos un apodo... olvídalo.
-No, por favor, sigue. Es importante para ti, solo dime.
-Bueno... no creo que te esté a punto de contar esto, pero... nos hacíamos llamar los dos "B".
-Oh por las iniciales de sus nombres.
-Exacto -nos reímos los dos-.
-¿Ves? Hablar te hace sentir mejor.
-Supongo.
-Mira, probablemente pasó un tiempo hasta llegar de vuelta a la Tierra. Intenta ser bueno con todos, no más bromas hirientes ni nada.
-No sé si pueda.
-Si quieres, yo puedo ser tu.... ¿tercer "B"?.
-Okey -rio- lo intentaré.

Nos paramos y seguimos caminando. Llegamos a un árbol grande, este tenía cocos de diferentes colores. Gracias a que Ruffs nos mostró una imagen, supimos identificarlos. Tomamos cuantos pudimos y bajamos.
Una emboscada de extraterrestres nos esperaban con lanzas en el suelo. Soltamos los cocos u pudimos las manos en el aire. Intentaron comunicarse pero fue imposible, no entendíamos nada. Nos llevaron prisioneros, mientras caminábamos, ataque a algunos y pudimos escapar por unos momentos. Haya que uno me logro atrapar el pie.

-¡HUYE! -le grite a Bull- ¡YO ESTARÉ BIEN! -grite mientras me jalaban hacia ellos-.

Bull huyó, mientras que yo fui atado de manos y piernas a un palo que cargaban. Me llevaron a su aldea, me dejaron en una celda por como unas tres horas hasta volver a atarme a un palo. Esta vez, encima de una fogata. Intente forcejear pero fue en vano, ya estaba encima del fuego.

-¡POR FAVOR, LES ASEGURO QUE NO SEPO RICO!.

No me entendieron, me giraron como un pollo, me desesperé aún más. Las llamas incendiaron un poco mi chaleco, intenté soplar para apagarlo pero lo extendí.
Unos tiros precisos a la cabeza de los extraterrestres salieron de la nada. Todos los guardias se dispersaron, me dejaron solo. Bull me desató y abrazó.

-¿Estas bien?.
-No, casi me rostizan -dije con lágrimas en los ojos-.
-Estás a salvo, vámonos de aquí.

Corrimos rápido hasta la salida de la aldea, los nativos nos persiguieron. Bull llevaba una bolsa llena de cocos que lanzaba de vez en cuando.

-Tengo un plan, pero tienes que confiar en mi.
-Okey.

Corrimos hasta un acantilado, saltamos y Bull se agarró de una rama. Pasamos un minuto colgados hasta que los extraterrestres pensaron que habíamos muerto. Bull se balanceó hasta llegar a una cueva.

-Mientras huía, me caí por acantilado y descubrí esta cueva. Puede hasta llevarnos a la nave.
-¿Como sabes?.
-La estuve explorando.
-¿Entonces pensabas en irte?.
-Claro que no.

Caminamos cansados. Llegamos a la nave, vimos que Ruffs le estaba dando una medicina a Bo mientras que Collete y Darryl movían unas cosas.
El perro tomó los cocos y se fue hasta la maquinaria de la nave y la hizo funcionar. Nos pusimos en marcha de vuelta, cada uno se fue fue a dormir.

-¿Como estuvo tu día? -me preguntó dulcemente Bo-.
-Casi me hacen Brock asado.