Capítulo 42: Misterio en la nave

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Narra Brock:
Era mi turno de preparar la cena, con un poco de ayuda de Collete, pude preparar algo que le gustaba mucho a Bo (fideos con salsa boloñesa). Nos encargamos de poner la mesa, luego fui puerta por puerta para llamar al resto de la tripulación. Me detuve en la puerta de mi habitación, la abrí con cuidado para no despertar a mi hombre. Lo encontré mirando a la ventana vestido.

-Toc toc -dije tocando el marco de la puerta- ¿cómo estás?.
-Bien.
-¿Dormiste bien?.
-Si.
-Estás muy monosílabo, ¿que ocurre?.
-Nada, es solo que... extraño a los niños. Digo, hace un año no podía imaginar mi vida sin ellos y... mírame ahora.
-Te entiendo -me senté junto a él- también los extraño, y mucho.
-¿Qué es lo primero que quieres hacer cuando los veamos?.
-Quiero abrazarlos hasta que exploten.
-Yo también -nos reímos- pero, ¿después de eso?.
-¿Qué te parece si vamos a pasar unas semanas en la casa en el bosque?.
-¡OL OSO! -gritamos al mismo tiempo-.
-¡OLVIDAMOS A BRUCE! -gritó muy desesperado-.
-Mantengamos la calma, seguro que los niños se acordaron de él, después de todo, es uno de los mejores amigos de Nita.
-Tienes razón, seguro que Nita intento convencer a Colt Shelly de llevarlo a su casa.
-Apuesto a que lo cuidan Crow y Brouce.

Tocaron la puerta, era Ruffs.

-Espero no interrumpir nada, pero, la comida está lista.

Nos levantamos y caminamos los tres juntos hasta el comedor. Comimos todos juntos, reímos e hicimos bromas. Después de eso, mientras lavábamos los platos, Ruffs se acercó algo nervio. Era muy raro, nunca actuaba de esa manera.

-Este... -bajo la cabeza- no sé si... si les gustaría... jugar a algo.
-¿Cómo qué?.
-Tengo juegos de otros planetas.
-Suena genial.
-Claro, me uno.

Sonrió de la alegría. Nos sentamos todos en la mesa, pasamos como unas tres horas jugando todos los juegos de mesa. Luego de eso, cada uno se fue a dormir.
A la mañana siguiente, seguimos con nuestras rutinas dentro de la nave. Pero esta vez, a la noche, fuimos a buscar cosas para entretenernos en la sala de tesoros.

-¡Miren lo que encontré! -gritó Bull- ¡es UNO!.
-¡Genial! ¿Recuerdas que jugábamos con los niños? -le pregunté a Bo-.
-Lo recuerdo.
-¡Miren lo que encontré! -Collete, con ayuda de Bull, quitaron del montón de cosas una mesa de póker-.
-Solo tendríamos que encontrar las cartas y las fichas
-Hey miren, tiene el mismo símbolo -preguntó Darryl mientras balanceaba un maletín en su cabeza-.
-Es eso, genial Darryl.

Ruffs no entendía nada, claramente nunca había visto algo similar. Eran cosas de terrícolas. Nos sentamos a organizar todo lo que encontramos y comenzaron las apuestas. El perro se quedó fascinado una vez que había entendido las reglas y sabía cómo proceder en cada juego.
Creo que prefería las cartas a un hueso... chiste malo.
Una semana siguió con esta dinámica hasta que se perdieron los dados. Era muy raro, siempre nos asegurábamos de que estuviera todo en su lugar. Agarramos otros de la pila de cosas y no le dimos importancia.
Hasta que un día Bull llego muy enojado a la mesa para el desayuno.

-¿QUIÉN FUE?.

Todos nos quedamos muy extrañados.

-Buenos...
-Déjate de juegos Darryl, ¿quien fue?.
-¿Qué sucede?.
-¡MI CHAQUETA! -gritó enojado- ¡ALGUIEN LA ROBÓ!.
-Cálmate, seguro que solo se quedó en el lavarropas, pasa todo el tiempo.
-No porque ya revisé.

Fuimos todos a buscar la dichosa chaqueta al cuarto de lavado, revisamos todo el cuarto y... nada.

-Esto es enserio chicos, la obtuve cuando me uní a la pandilla de Crow.
-Bull -intente poner mi mano en su hombro, pero me devolvió una mirada asesina-.
-Ni siquiera lo intentes.
-Seguro que lo encuentras en los próximos días.

Narra Bo:

Definitivamente había un impostor entre nosotros. Alguien estaba robando pequeñas cosas. En los siguientes días Brock perdió su reproductor, Collete un pin. Aproveche que estaba junto a Brock.

-¿Quien crees que sea?.
-¿Qué cosa?.
-El ladrón.
-No sé.
-Deberíamos investigar.
-¿Estás sugiriendo jugar a los detectives?.
-Yo no lo diría como jugar pero... si.
-Esta bien, déjame ponerme los zapatos.
-Concentrémonos: ¿por qué alguien robaria todo eso?.
-No lo sé. No es que tengan mucha relación entre sí.
-Todos son sospechosos. Menos tú y yo.
-Bull no creo que sea porque estuvo muy furioso.
-Pero también pudo haber robado todo eso por la ira. Para que todos sintamos lo que él sintió.
-Bueno teoría, pero debo... -se escucharon unos ruidos muy chillones-.
-¿Oíste lo mismo que yo?.
-Creo que si.
-Vamos.

Nos escabullimos sin hacer ruido, nos aproximamos hasta la fuente de los ruidos. Encima de la mesa, había una pequeña criatura viscosa y transparente saltando sobre el arco de Bo.

-Ese es...
-¿Mi arco?.

El sonido lo alertó y salió corriendo, lo seguimos a toda velocidad por toda la nave. Llagamos hasta una parte como "secreta". Brock pareció saber hacía donde íbamos, porque me tomó del brazo y guió. Llegamos hasta un pasillo de dos puertas y otra al final.
La criatura gritó, eso pareció crear algo en la nave porque inmediatamente un sonido se acercaba a nosotros. Entramos al cuarto de la criatura para escondernos. Estaba decorada como para un niño pequeño, había muchos juguetes, comida, tenía una televisión, varios libros para colorear y esas cosas.
Nos metimos al armario, estaban las cosas que desaparecieron.

-Hice un esfuerzo enorme para salir del closet y ahora volví a él -dijo Brock-.
-Mira: la chaqueta de Bull, te MP4 y el pin de Collete.

Se abrió la puerta, nos tapamos la boca.

-¿Qué sucede pequeño? -se escucharon más ruidos de la criatura-.
-¿Ruffs? -era su voz-.
-¿Qué haces despierto a esta hora? Es muy tarde -otros ruidos se escucharon- ¿en el armario?.

Pasos aproximándose se escucharon.

-No existen los monstruos, los únicos monstruos son las personas -abrió el armario y nos quedamos mirando-.
-Ho... la Coronel -dije nervioso-.
-Miren... encontré los dados -dijo Brock sacudiéndonoslos-.
-Salgan de aquí -nos dejó pasar-.
-Squeak, ¿son ellos los que te asustaron? -Squeak asintió-. Chicos, eso está mal, discúlpense.
-Lo sentimos, no queremos asustarte.

Squeak se nos acercó lentamente, abrazó mi pierna y después la de Brock. No nos quería soltar. Era como si se hubiese encariñado.
Los dejemos solos, nosotros nos fuimos a hablar de lo sucedido para luego dormir abrazados.
A la mañana siguiente, Squeak nos acompañó en el desayuno.

-Chicos, este es Squeak, él es mi hijo.
-¡MUY LINDO! -dijo Collete abrazándolo-.
-¿Tu... hijo?.
-Algo así. Sin querer, mientras jugaba con una pelota, mi saliva se mezcló con unos químicos y... boom. No sabía que hacer con él, no era como que lo pudiera abandonar, después de todo, tenía mi ADN.
-¿Así que lo adoptarse y cuidaste?.
-Exacto, desde que fue solo un pequeño -le hizo cosquillas y Squeak río- montón de saliva hasta el chico grande que es.
-¿Él estuvo robando las cosas?.
-Así es, él tiene algo que decirles -Squeak hizo soniditos tiernos- eso es, decimos "perdón".

Ruffs nos fue dando nuestras cosas. Bull se puso muy feliz cuando le devolvieron la chaqueta.

-Lo siento muchachos.
-Descuida, está bien.

Amor Salvaje (CONCLUIDA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora