Orgullo y Prejuicio [PJM & JJK] ° 2019

Capítulo 25

Holis, como me demoré en subir el cap, actualizaré otro mañana. 😊

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— Escucha, Jimin. Aún hay tiempo para que lo pienses. — la melena rubia de Sungwoon se agitó sutilmente, mientras el chico se estiraba en la silla de escritorio. Su mirada compungida. — Yo creo...

— Tengo que saberlo, Woon. — recalcó Park. — Cuanto antes, mejor.

Ni siquiera se permitió descansar. En cuanto el auto de Hoseok aparcó en la entrada, sacó sus maletas y las aventó descuidadamente en su habitación, bajo los ojos atónitos del resto.

Dejó a Seokjin –inclusive– con la palabra en la boca.

Aunque le remordiese, no postergaría la verdad ni un segundo más.

Esto, le estaba consumiendo.

— Bien... — ignoró el suspiro resignado, y esperó casi paciente. Intentando acallar, el mar de preguntas que se agolparon en su mente. — ¿Por dónde quieres comenzar?

— Uhm... Bueno, — Jimin contempló la pieza ajena, escaneando sin interés los posters de bandas y videojuegos, y la pila de ropa a un costado de la cama. Lucía, extrañamente organizada. Su propietario, competía a veces con Hoseok, en el desorden. Aunque, Ho ganara por amplio margen. — Dijiste antes que había más información, pero no para una charla telefónica. ¿A qué te referías?

Los ojos de Sungwoon se oscurecieron, y un atisbo sospechosamente similar a la lástima, emergió en ellos.

Jimin odió la forma en que le hizo sentir. Tan... desafortunado.

— Oh... Eso. — Ha se contorsionó en la silla, recogiendo unos papeles a poca distancia del ordenador.
Debían, ser –al menos– una docena de hojas prensadas.

— Toma. Hice un resumen bastante general de todo. Puedes consultarlo más tarde, si te queda algo colgado.

— G-Gracias. — su voz tembló en mitad de la frase, y gotas de frío sudor empaparon sus falanges.

Los documentos pesaron insoportablemente, como si en lugar de fino papel, estuviese cargando toneladas.

— Como te expliqué ayer, tú y tus hermanos, fueron adoptados hace quince años, por los Park. — inició el rubio, adquiriendo una posición más recta y agravando su tono. Jimin, le observó atento. Las náuseas en su estómago, hacían una marcha nupcial. — El proceso fue largo y complicado, por tratarse de tres niños pequeños. Afortunadamente, no hubo inconveniente con las visitas o quejas de trabajadores sociales, y medio año después, se reafirmó la custodia permanente para el señor Chanyeol.

>> Él, guardó copia de cada documento y  llevó una cronología del procedimiento. Ya sabes: fecha de las audiencias, chequeos programados, y el día del dictámen, cuando entraron legalmente al registro familiar de la familia Park. Encontrarás más detalles en las primeras páginas.

— Si... — susurró Jimin. Sus orbes viajaron instintivamente, de Ha a los papeles, como si viera a cada cual por primera vez.

— Otra cosa. Habían varios archivos ocultos, en la misma carpeta que contenía los datos. Ninguno tenía un nombre específico, pero... lo que hallé allí, fue... preocupante.

— ¿Qué? ¿Preocupante cómo? ¿Algo malo? — cuestionó Park sin poder evitarlo. Sung le daba demasiadas largas al suspense. Quizás de manera deliberada.

— Nefasto, diría yo. — la boca del oyente se abrió, y la arruga en su ceño adquirió profundidad. No estaba entendiendo nada. — El señor Chanyeol, hizo una pequeña investigación amateur sobre tus padres. Específicamente, de la causa de muerte.