Capítulo 1

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Todos los días, parecían calcados para Jimin, de vacaciones en Busan, con ShinHye y ChanSung, sus abuelos. El matrimonio se trasladó allá 10 años atrás, ansiosos por dejar atrás la ajetreada vida de Seúl.

Cambiaron su metrópoli, por las afueras. Un lugar apartado, campestre, cálido; lleno de paz y confort, e ideal para que los padres de Baekhyun disfrutaran dignamente la vejez.

Su hijo y familia les visitaban todos los veranos, generalmente un par de semanas; y los Byun adoraban ese pequeño lapso con sus nietos.

Baekhyun y su esposo -Chanyeol- raramente permanecían mucho tiempo: absorbidos por el trabajo en Seúl. Cuánto más, dos o tres días, antes de regresar a la rutina en el restaurante.

Chanyeol, convencido que su presencia era fundamental para los negocios, pasaba jornadas yendo y viniendo entre establecimientos.

Mientras, Baekhyun se debatía en reuniones, acciones e inversores, tratando de concretar un nuevo proyecto con los Ha -viejos amigos- cuyo hijo, Sungwoon, era el mejor amigo de Jimin.

Ambas familias se conocieron, al mudarse los últimos desde Gwanju, cuando Jimin comenzaba la primaria, y entre ellos surgió una camaradería, que conservaban en la actualidad.

Los padres de Sungwoon eran dueños de una pastelería, y proporcionaban postres para los restaurantes Park, apreciados por su calidad y precios módicos, a escala local.

Tras minuciosos preparativos, se asociaron. Repasaron todos los acuerdos de su nueva fusión, buscaron asesoría legal e invertieron equitativamente el capital; y ahora, se hallaban en pleno proceso de remodelación.

Ello, redujo la posibilidad de estar más al pendiente de sus hijos. Y provocó que Seokjin -primogénito Park- desempeñase usualmente el papel de hermano mayor/padre sustituto. Y el resto le respetara y admirase, acostumbrados al aura paternal y segura que emanaba.

Comprensivo, de carácter peculiar, y algo excéntrico.

Solía defenderles a capa y espada, aun consciente que sus hermanos abusaban de su bondad y se metían en problemas, a conciencia.

Los chicos le daban un propósito. Y él, necesitaba de su presencia y atención tanto como ellos la suya. Una figura incondicional y constante.

Jin, era asistente de cocina en uno de los restaurantes familiares, y francamente, el trabajo servía para enmascarar su indecisión a futuro.

Se acostumbró a ser el equilibrio, quien comandaba en ausencia paterna: el hyung responsable.

Hoseok -segundo mayor- personificaba la definición de alma libre. Y como buen hermano mediano, una generalmente desapercibida. Aunque, la desatención no le molestó nunca: muy pocas cosas opacarían su sonrisa radiante.

Aspiraba a ser bailarín. Terminó la preparatoria el año anterior y audicionaría en una de las academias de baile más prestigiosas de Seul.

La mayor parte de sus horas transcurrían en un salón de práctica, perfeccionando coreografías.

Optimista nato. Dócil, respetuoso. Ocultaba miedos y tristezas bajo una personalidad llena de calidez, para no ser una molestia.

Le seguían, Jimin y Taehyung. Ambos con un año menos que Hoseok, siendo el primero, dos meses mayor que su hermano.

Tae, era singular, fuera de lo común. Navegaba en su propio mundo, y poseía una inocencia inusual para sus casi 18 años.

Hiperactivo también, al punto de la imposibilidad. Incluso Jimin, con quién compartía la mejor relación fraternal, le ignoraba entonces.

Orgullo y Prejuicio [PJM & JJK] ° 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora