GUCCI & ADIDAS | Larry Stylinson

Capítulo 21

Luego de haber despedido a su madre de su departamento el día de ayer, Louis nuevamente se topaba cara a cara con la gélida soledad de ese acomodado espacio. Su conversación con ella le quitó un considerable peso de encima, además se siente levemente más animado. Sin embargo, su ecuación de tranquilidad no estaría completa hasta tener un último elemento.

A Harry.

De cualquier forma, necesita saber de él por lo menos, directa o indirectamente, pero parece que ese último mes todo se ha alineado en su contra para no recibir dichas noticias.

Soltando un suspiro agotado decide encender el televisor con la intención de ver una película, o si es un día de suerte, alcanzar el comienzo de un capítulo de alguna de las series que ve ocasionalmente. Cambio, cambio, cambio, Harry, cambio.

Alto... ¿Harry?

—... hoy tenemos la dicha de contar con la maravillosa presencia de la revelación del mundo del glamour, la promesa de las pasarelas y uno de los favoritos para el premio del Modelo del Año próximo a entregarse dentro de unas semanas ¡Démosle un caluroso aplauso al Sr. Harry Styles!

Al escuchar la voz del locutor, sobre todo al pronunciar la última parte, Louis escupe con fuerza el agua que estaba por tragar, tosiendo exageradamente al mismo tiempo que busca el control remoto para subirle el volumen casi al máximo.

¿Escuchó mal o dijo que Harry está nominado? ¿Por qué acaba de enterarse?

—Basta, me halagas con esa presentación. Muchas gracias por la invitación, estoy muy contento de estar aquí.

Y cuando sonríe remarcando los hoyuelos a sus costados es que Louis se percata de otra sorpresiva novedad para añadir al menú.

—¡Su pelo!—Exclama tapando su boca con una mano.

Ya por lo bajo van 10 casi paros cardiacos en esos intensos dos minutos.

Intentando controlar lo acelerado que se le pone el corazón al ver a ese rostro después de tanto tiempo, guarda silencio prestando total y absoluta atención a la pantalla. Aunque ¿A quién engaña? Toda su atención está en Harry.

—Mierda... se ve... bien.

Y por bien quieres decir jodidamente ardiente, grita su vocecita interior. Sacude su cabeza intentando ignorarla, atendiendo al llamado de su razón que le pide dejar de estar fantaseando acerca de lo que presencia y comenzar a prestar algo de atención al contenido de lo que se habla en la entrevista.

—Dime Harry, ¿qué se siente estar nominado a un premio de tanto renombre con una trayectoria tan corta? ¿Te sientes preparado?—Un integrante del panel pregunta interesado.

—Creo que uno jamás está al cien por ciento preparado para saltos así de repentinos en su carrera o vida en general y no creo ser la excepción... diría que no me siento preparado en lo absoluto de hecho...

—Claro que lo estás.—Murmura Louis inconscientemente, como si aquel ojiverde pudiese escucharlo.

—Pero aún así acepto con orgullo la oportunidad y la tomo con el más profundo agradecimiento, sea cual sea el resultado. Como dices soy relativamente nuevo en esto así que no siento presiones, si no se puede ganar será en otra ocasión... y si no hay otra ocasión, creo ya haber ganado lo suficiente con simplemente haber sido considerado.

—¿Por qué hablas tan jodidamente bonito?—Pregunta el castaño para sí mismo, ya un poco frustrado con la situación.

Ahora es cuando recuerda por qué se esmera tanto en reprimir un sentimiento, por qué resguarda bajo llave la realidad antes de soltarla. Sí, en parte por todos los factores de su trágico historial, pero dentro de todos esos motivos para ser cerrado está el hecho de sentirse patético y vulnerable.