Capítulo 27

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Cuando Louis cortó la llamada de recepción que indicaba la llegada de las visitas, por milésima vez comenzó a cuestionarse si sería una buena idea ser el anfitrión de una celebración nocturna como la planificada. Y no es que no le gustara prestar su Penthouse para dichas ocasiones, sino que no le gustaba disponerlo para invitados desconocidos... o despreciados.

Como Janis Ancens, para ser precisos.

Sin embargo, se obliga a sí mismo a comprender que debe abandonar aquellos pensamientos que se alejan del objetivo principal y más importante de la noche: darle un merecido y grato momento a Harry. Y con eso en mente, de pronto ese pequeño sacrificio de salir de su zona de comodidad vale totalmente la pena.

Ambos acordaron que la densa charla que tuvieron la noche de la premiación limitó bastante la euforia con la que debió haberse celebrado la hazaña de Harry, pues incluso desde antes de esta estaban demasiado tensos como para disfrutar plenamente. Además, los amigos del premiado quedaron con la sensación de no haber compartido lo suficiente con él en el momento, pues Louis "lo raptó".

Así que ¿qué mejor que volver a celebrar al coronado Modelo del Año, ahora sin problemas personales de por medio y en un lugar con completa privacidad?

Harry lo propuso y Louis lo dispuso, ofreciendo amablemente su hogar para aquella necesaria convocatoria. Sin embargo, no fue hasta rato después del acuerdo que procesó que ese alguien que tanto lo irritaba figuraría en la lista de invitados.

Pero nuevamente, haría el esfuerzo de abstenerse de su opinión para no arruinar el momento.

—¿Ya vienen?

—Así es.—Responde el castaño con una sonrisa lo suficientemente convincente para no delatar su pequeña incomodidad.

—¡Qué emoción!—Harry aplaude en su lugar, animado.—Lo pasaremos muy bien, ya verás.

—Me encargaré de ello.—Replica, guiñándole un ojo.

—Louis.

Un leve sonrojo es la respuesta del más alto, seguido del sonido del timbre que declara el fin del espacio a solas entre los dos.

Y por supuesto, el castaño se encarga de darle un generoso beso antes de abrir, a sabiendas de que no podría repetir aquella hazaña por el resto de la noche.

—¡Miren quién está aquí!—Cara bromea a penas pone un pie en el lugar, abriendo los brazos hacia el rizado.—Pensé que no volvería a tener el privilegio de verte en nuestra estadía en Los Ángeles

—Pensaste mal.—Le responde risueño, recibiendo encantado el abrazo de su amiga.

A sus espaldas entran un par de personas que Louis recuerda del otro día, dentro de las cuales figura su viejo amigo Zayn, o -por desgracia- el rubio de ojos grisáceos que trae su genio en el limbo desde hace un tiempo. Y de forma completamente inesperada, al final de todos los presentes, surge un rostro con el que no tenía presupuestado encontrarse.

—Vine con Bella, espero no les importe.—Comenta Gigi observando a la mencionada con cariño.—Estábamos en una sesión cuando nos avisaron del evento, así que pasamos directo por aquí. Ah, y por supuesto en el camino pasamos por... ¡Mucha champaña!—Agita emocionada las botellas en sus manos.

Bella Hadid. Diferentes versiones del recuerdo de aquel evento de apertura de Catalyst hace meses atrás es lo primero que asalta las mentes de ambos exponentes con aquel nombre y rostro.

Harry visualiza la lamentable realidad de un pasado en el que veía a Louis como alguien inalcanzable y dolorosamente heterosexual, aún puede escuchar perfectamente los ecos de su fina voz halagar con añoranza a hermosas modelos como la presente. Su estómago se encoge al pensar en aquellas veces en las cuales el castaño le habló acerca de sus planes de conquista, de sus deseos de ligar con varias mujeres en la misma noche, de sus mil y una ideas para llevar a cabo con personas que él mismo jamás podría representar.

GUCCI & ADIDAS | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora