Capítulo 23

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La pregunta queda deambulando en el aire, obviando que fue netamente echa por la más genuina impresión de tener a esa presencia con él luego de más de un mes. Parece irreal, pero efectivamente es él, es Louis en gloria y majestad observándolo más allá de lo fácilmente visible.

Sus ojos azules en busca de una mirada de reproche, una mueca de disgusto, una sonrisa brillante, lo que sea de parte del rizado. Se preparó a sí mismo previamente para cualquiera de las alternativas antes de venir, al menos mentalmente hablando. Se dijo que se conformaría con la reacción que fuera; si Harry quería gritarle, ignorarlo o dialogar con él estaría bien.

Pero es inquietante cuando a cambio no recibe nada más que un ceño levemente fruncido y casi imperceptible, el resto es un rostro aparentemente de adorno, completamente inexpresivo. Es imposible determinar si está molesto, desconcertado o simplemente confundido, las pistas no son suficientes.

Y Louis recién allí se da cuenta de que no había considerado esa posibilidad, ¿Ahora cómo debía proceder? Es como si Harry le estuviese dando el paso libre y a la vez bloqueándolo, sin ninguna señal predominante en concreto.

Él apesta adivinando, siempre sus suposiciones son incorrectas aunque tenga todas las herramientas para no errar. ¿Pero ahora? Se siente malditamente perdido, viendo cómo el tiempo pasa y Harry no da ningún atisbo de querer guiarlo.

Debió saberlo. Debió adelantar este hecho cuando le envió esos mensajes hace unas semanas para felicitarlo y proponerle hablar, sin recibir respuestas de su parte. Ni siquiera los abrió y solo decidió ignorarlos ¿Qué muestra más clara de "no quiero hablar contigo" necesitaba que esa? ¿Por qué estaba allí de todas formas al ser consciente de que Harry no lo quería presente?

Es ridículo, simplemente ridículo. Y aún así fue lo suficientemente egoísta como para aparecerse de la nada, en su noche perfecta, luego de haber callado cuando el ojiverde se desnudó ante él emocionalmente y él no supo responder.

—¿Qué haces aquí?

Y esa voz lo trae de vuelta.

Dejando de lado el insípido tono que usó Harry, Louis se siente un tanto aliviado al no haber tenido que explicarse desde cero. Una pregunta como esa debería al menos ser una guía para comenzar a construir su versión de las cosas, pero... ¿Por dónde partir?

Tuvo semanas para pensar en el momento en el que volviera a verlo, se visualizó en todos los posibles escenarios y creyó haber llegado a buenos desenlaces en su mente con algunas combinaciones de palabras. Todo para que ahora que tiene a Harry en frente suyo, silencioso y expectante, el léxico y la valentía se despojen de su piel como quien desconoce a alguien de su pasado que busca olvidar.

—Quería verte.

Brillante Louis, brillante.

La expresión de Harry se ablanda ligeramente al oír esas dos palabras, sin embargo el cambio es tan sutil que pasa inadvertido ante alguien que tiene una batalla campal de ideas en su mente. Es mucho pedirle a Louis que se fije en ese tipo de detalles en esos momentos.

La mirada de Harry cae a sus pies, tal como el día en el que ambas almas sintieron que se desligaron de una parte de ellas al tener que separarse.

¿Por qué Harry hace eso nuevamente, si ahora están juntas de nuevo?

—Estuviste increíble allá. Realmente, te escuchaste como si llevaras una vida entera siendo premiado en estos eventos.—Louis intenta comentar con entusiasmo.—Felicidades Harry, estoy muy feliz por ti.

—Gracias.—Harry responde con una sonrisa para nada convincente.

En el fondo lo desilusiona el hecho de que haya sido aquella ocasión excepcional la que trajo a Louis de vuelta. ¿Qué si esto no hubiese pasado? ¿Qué si no lo hubiesen nominado? ¿Lo habría buscado de igual forma? No cree estar muy seguro, y no puede evitar que el castaño se presentó por el mero compromiso de lo que fue alguna vez su trabajo en equipo más allá de las cámaras.

GUCCI & ADIDAS | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora