Capítulo 11

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Otro día nuevo se estrena con los rayos de sol que impactan las tierras de Londres y en consecuencia Harry debe dar inicio a la rutina de hoy. Ayer antes de dormirse llamó a Daniel para informarle que aceptaría la oferta de modelar en la Semana de la Moda sin ser necesaria la presencia de Louis como condición, así que éste contento por la noticia le indicó que a las 9 a.m. debía presentarse en el edificio de Gucci.

Va un poco más inquieto de lo habitual, pues a pesar del convincente y motivador discurso que le dio su amiga Cara aún no está seguro del todo en el asunto. Se tiene fé, sí, pero sus nervios a veces pueden ser muy traicioneros y no lo dejan sentirse pisando tierra firme.

Al apagarse el motor de su auto suelta una bocanada de aire, se mira por el espejo del retrovisor y se dice a sí mismo "Tú puedes" a modo de ritual personal como cada vez que se siente sobrepasado con un tema. Luego de eso sigue la lógica de siempre, en la cual saluda a la recepcionista, camina por los pasillos admirando los despampanantes cuadros que cuelgan de las paredes y finalmente da con su destino.

Esta vez el lugar de la convocatoria es distinto, pues lo citaron a nada más y nada menos que a la sala de audiciones, en la cual se hace el proceso de selección para definir quiénes serán partícipes en el evento próximo a través de un estricto casting. Aquel proceso ya está finiquitado, por ende hoy aquel espacio será utilizado únicamente para reunir al grueso de los modelos de Gucci que desfilarán dentro de un mes y darles las informaciones relevantes.

Cuando Harry llega ya se encuentran la mayoría de los exponentes, que principalmente son mujeres; todas con sus piernas kilométricas, cabello brillante, rostro carente de imperfecciones y nulo índice de masa corporal. Pero bueno, el ojiverde lo único que les observa con atención son los outfits que tienen puestos, todos allí tienen muy buen gusto.

—¿Cómo está la estrella?—Llega a su encuentro Cher, aquella secretaria encargada de coordinar las actividades de la marca y que por cierto le presentó la campaña de Catalyst en primer lugar.

—Bien, gracias.—Harry responde tímido.—¿Empezamos hoy?

—No, sólo daremos un par de datos relevantes cariño... pero empezamos los ensayos mañana, no te preocupes.—Le responde amable y dicho esto se dirige con su carpeta negra hacia otro lado de la sala, seguramente para seguir saludando al resto.

Cuando el rizado queda solo, de pronto se siente extraño en aquel entorno, no conoce a nadie y probablemente hay mucha gente de allí que no lo conoce a él. A simple vista no ve a ninguno de los modelos con los que ha tenido que posar ocasionalmente para sesiones de revistas o de la marca, y tampoco tiene tanta personalidad para entrar en un grupo a iniciar una conversación para hacer vida social.

Sin más remedio se mete en su celular, revisando sus redes para fingir que está haciendo algo importante cuando en realidad lo único que hace es actualizar el inicio de Instagram muchas veces.

—Hola, es Harry ¿cierto?—Escucha de pronto una voz masculina a su lado y el aludido alza la mirada.

En ese momento sus ojos se conectan con unos orbes azules grisáceos que lo miran atento, acompañados de una leve sonrisa, casi imperceptible. De primera es uno de los chicos más atractivos que Harry ha visto en su vida entera y ni siquiera se molesta en tomarse su tiempo para analizarlo ni mucho menos disimular lo que hace; todo lo del hombre parado frente a él es perfectamente armónico y simétrico, digno de admirar.

 De primera es uno de los chicos más atractivos que Harry ha visto en su vida entera y ni siquiera se molesta en tomarse su tiempo para analizarlo ni mucho menos disimular lo que hace; todo lo del hombre parado frente a él es perfectamente armónic...

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GUCCI & ADIDAS | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora