Capítulo 2

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Louis es el encargado de dar comienzo a la sesión y lo acepta más que encantado, las cámaras lo adoran tanto como él a ellas y disfruta a cada 'clic' que escucha frente a él

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Louis es el encargado de dar comienzo a la sesión y lo acepta más que encantado, las cámaras lo adoran tanto como él a ellas y disfruta a cada 'clic' que escucha frente a él. Entre tanto, Harry se encuentra en un costado siendo retocado por la estilista, quien se esmera en llenar de maquillaje el rostro sin imperfecciones del ojiverde. En todo momento este se encuentra mirando de reojo hacia Louis, y estando allí no comprende cómo es que no había oído de él antes.

Es realmente fascinante mirarlo posar y adueñarse de la escena como si fuera lo único que existiese en el estudio. Se nota a simple vista su gran dominio con los movimientos, los cuales complementa a la perfección con sus ángulos y expresiones. Louis es un profesional y sabe lo que hace, luego de admirarlo por un buen rato a Harry no le cabe duda de ello.

—Harry, tu turno cariño.—Lo llama Remy, el fotógrafo, satisfecho de todo el material de calidad que le acaba de entregar el ojiazul.

De primera, como en toda sesión, el rizado empieza un poco tenso, delatando su falta de costumbre. A medida que pasan los segundos el rizado va encontrando su zona de comodidad frente a la cámara y va en un despliegue paulatino y ascendente, cada vez más relajado. Guiado por lo que le dice el fotógrafo va cambiando de posición y se da la libertad de innovar con su propio estilo en todo momento.

Al cabo de unos minutos Harry juega con sus prendas y accesorios, mientras le saca partido a sus cabellos largos y posa derrochando seguridad. En efecto, ya pasó por la etapa de ajuste y está en aquel punto de la sesión en la cual se olvida de que hay más gente alrededor observándolo. Es sólo él y la cámara.

Al igual como lo hizo él, Louis lo observa de un lado del montaje con una mano acariciando su barbilla, gratamente sorprendido por lo que ve. En ese momento se debilita un poco la teoría de que el defecto de Harry es la poca experiencia, pues a juzgar por la habilidad con la que se desenvuelve, parece un modelo de una vasta carrera.

Luego de ello llega el momento en el que ambos deben posar las primeras prendas en conjunto y se alían ambos estilos frente a la cámara. Mientras Harry es un poco más juguetón, Louis es algo más serio, formando entre ambos el balance perfecto de la osadía con la elegancia. Cada fotografía parece plasmar algo completamente distinto y el encargado de la cámara realmente goza cada movimiento de los jóvenes.

—Pónganse de espaldas.—Indica el fotógrafo con una sonrisa y los dos obedecen.—Así es, muy bien... Louis, ¿Podrías ponerte un poco de puntitas por favor? Es por la diferencia...

—No es mi culpa que me pongan a posar con una jodida jirafa.—Reclama el más bajo y se resigna a obedecer.

Harry no contiene la risa y Louis pone cara de fastidio mientras lo mira por sobre su hombro, obteniéndose como resultado una de las tomas favoritas de Remy. La armonía entre las contexturas físicas y rostros de ambos es impresionante, hasta sus propios tatuajes se complementan y generan un equilibrio natural entre los dos.

GUCCI & ADIDAS | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora