Capítulo 28

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Demasiado bueno para ser verdad.

Es un enigma si la frase fue recitada por primera vez por un desconfiado, por un negativo o por un auténtico sabio. Más complejo aún es intentar adivinar lo que buscaba trasmitir aquel pionero al expresarla. ¿Sería decepción, consuelo o una advertencia? Es incierto, e igualmente útil para cualquiera de las situaciones, porque en tal crudeza de palabras solo se anida la diversa realidad.

Y aquel famoso dicho en este caso no fue un apaciguador de ilusiones, sino que significó un gatillador de la peor seguidilla de angustias para los modelos que conviven en una sincronía silenciosa y lejana, a pesar de estar bajo el mismo techo.

A la misma hora del día de ayer ambos yacían platicando, riendo o coqueteándose, quizás todas a la vez, con suma confianza de lo que construirían en un futuro no muy lejano entre sus almas dispuestas a entregarse. Y a pesar de que luchen por volver a dicho estado, hoy aquello parece haberse vuelto tan ridículamente positivo que danza al borde del abismo de lo ingenuo.

Aún en esa lucha interna, Harry se aboca desanimado a la tarea de armar su maleta y guardar sus pertenencias para el vuelo que lo llevará de vuelta a casa en un par de horas, con el amargo pensamiento de haber recibido un mísero "buenos días" de parte de Louis, justo antes de que haya vuelto a su tarea de limpiar el desastre que quedó anoche como si su aparición no hubiese tenido importancia. Gestos y elementos simples, pero que inevitablemente alimentan a su malestar.

Le es imposible no sentirse angustiado y culpable, estancado en el hecho de que fue su propia decisión dormir en una habitación separada anoche, sin ninguna explicación de por medio. Quizás él mismo fue quien puso una distancia incómoda y desconcertante en primera instancia. Sin embargo, ¿por qué Louis ni siquiera se inmutó? Fue como si no le hubiese despertado ni la más mínima intriga su repentino cambio de planes, casi rayando en la más dolorosa indiferencia.

¿Sería aquel carácter cambiante del que Janis le habló haciendo presencia? ¿Sería que ayer se dio cuenta de que simplemente no puede dejarse ver comprometido amorosamente con él en público?

Y a la cola de todas interrogantes no puede evitar sentir náuseas al pensar que Louis se ha arrepentido de todo.

—Aquí estás.

De pronto una dulce y apacible voz resuena contra su espalda al mismo tiempo que los brazos tatuados lo envuelven por la cintura, interrumpiendo de imprevisto su hilo de pensamientos. Su respiración se corta por la inesperada compañía, pero de inmediato se relaja al sentir el conocido rostro apoyado sobre el espacio entre sus escápulas, descansando calmo y arrepentido.

Su cuerpo reacciona encantado ante la muestra de afecto de Louis, como cada vez que su calor encuentra al suyo de forma natural, pero su cabeza se queda atrás al no procesar que ello realmente está sucediendo. De todos sus próximos acercamientos luego de una extraña velada no se esperaba en absoluto uno que implicara un contacto tan cercano, así que no sabe si sentir alivio o preocupación.

—¿Cómo dormiste?

El silencio nuevamente se vuelve su aliado, optando por un leve asentimiento de cabeza que no pasa la prueba de ningún disimulo creíble. Louis ni siquiera se extraña o sorprende, de hecho se siente completamente calmado al ver que Harry no está intentando ocultar cómo se siente ni mucho menos está fingiendo una falsa película optimista de que nada sucedió.

Si no lo hizo a primera hora fue para darse un tiempo a sí mismo para ordenar sus ideas luego de una noche en vela, pero ahora está más que dispuesto a conversar las cosas con el más alto. No puede ser de otro modo, jamás se perdonaría dejarlo subir al avión que lo llevará lejos de él por un tiempo indefinido con un asunto pendiente entre ambos. Sería tan injusto, y una hazaña que definitivamente no están dispuestos a repetir.

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⏰ Última actualización: Jun 12, 2022 ⏰

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