Con el fin de incrementar las ganancias y la publicidad de sus respectivas líneas, Gucci y Adidas se combinan en un solo proyecto: "Catalyst", una campaña colaborativa que se encarga de juntar a los dos mejores rostros de las prestigiosas marcas de...
Al ser emitida esa frase la sala de reunión se inunda con un silencio sepulcral en el que todos se miran entre sí, menos Louis, quien únicamente observa el rostro del rizado con incredulidad. Sin duda el equipo no se esperaba aquella sugerencia, pero a decir verdad, les parece brillante.
—¡Excelente idea Harry! Así le hacemos un espacio a la línea de Catalyst para promocionarla y trabajamos en nuevos diseños para la siguiente temporada antes de la fecha, ¿qué me dicen?—Propone Daniel, mucho más emocionado por la idea de ahora.
Nuevamente hay silencio, pero ahora que se sabe que Harry acepta bajo un único término toda la atención se enfoca en el castaño, quien parece que de pronto se hubiese quedado mudo y sin la mínima intención de generar contacto visual con nadie de la sala.
—No.—Finalmente decreta seco, casi haciendo incuestionable su decisión.
—Quizás necesites un tiempo para pensarlo, no tienes que respondernos ahora obligatoriamente.—Intenta mediar Frank, quien más que nadie sabe que para trabajar con Louis hay que contar con la paciencia de un santo.
—No lo haré.—Repite, mientras su semblante serio no da luces de querer cambiar de expresión.
Ante eso se genera una tensión en el ambiente que puede ser cortada con un cuchillo, en la que ambos jefes de las firmas se miran entre sí con aflicción y el ojiverde se mantiene con la atención hacia un punto fijo en el vacío. Y no es que sea un simple capricho para él, es que necesita alguien a su lado en algo tan importante como su debut en las grandes pasarelas y de alguna forma nadie lo lleva más a la calma que aquel castaño sentado a su lado. Además pensó que le gustaría la idea, a cualquier modelo le gustaría.
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—Bueno, les damos tiempo para discutirlo, ¿sí? No queremos que se sientan presionados, ninguno de ustedes... ¿Alguien quiere un café?—Ofrece Daniel, con una falsa sonrisa como intento de disimular la incomodidad que se vive.
Ante la oferta todos los presentes asienten más que convencidos, parándose de sus asientos lo antes posible, como si quisieran escapar de la adversa situación. Entre tanto Harry sigue pegado sin pestañear, mientras Louis juega con sus dedos sin ninguna expresión distinta a la que usó cuando se negó a la idea de modelar en el Fashion Week.
Al estar todos los del equipo de Catalyst fuera, se cierra la puerta y casi como de costumbre, el silencio impenetrable reina dentro de esas 4 paredes vidriosas. Pareciera como si el orgullo de ambos o la falta de saber qué decir es tan grande que los dos son incapaces de iniciar un diálogo, más bien ninguno quiere hacerlo.
Harry está dolido por la negativa reacción, Louis está cerrado a ceder. Es difícil proceder de esa manera, pero finalmente uno tiene que dar el punto de partida, y por supuesto lo hace el más débil.
—¿Por qué?—Es lo único que puede articular Harry, en un hilo de voz. Es muy sensible, lo sabe más que de sobra, pero el ojiazul no tiene idea así que no está dispuesto a hacérselo saber aún.
