Capítulo XV

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Capítulo XV

Alejandro

No he visto a Sara desde lo qué sucedió en la cafetería, desde ese momento la manada Moon cerró completamente. Sólo salen las personas que tienen que estudiar y unas excepciones. Cada vez qué hay un problema llega Sebastián el nuevo Beta de la manada Moon, al parecer Sara no volverá a salir de la manada.

Las cosas con Zach no van bien, entrenamos todos los días para fortalecernos. Aunque no me habla desde que supo que nuestra posible mate, a la que lastimé múltiples veces, se niega a vernos. Ha intentado tomar el control y salir corriendo a la manada Moon para reclamarla, pero no ha llegado muy lejos.

Mi padre cumplió su sueño de viajar por el mundo y me dejó sólo.

<< – Si tienes algún problema debes llamar a la Alfa Sara, dijo que te ayudaría en lo que pudiese o mandaría a alguien.– Dijo convencido.

– Claro, me ayudará.– Dije sarcástico, sabía que lo haría su Beta, pero ella no volverá y es mi culpa.>>

También debía elegir un Beta, sentía celos de Sara. Sebastián había nacido para ese puesto, por otro lado, Marcos sería uno muy impaciente e iracundo, lo contrario a lo que debería ser. La manada esperaba por su Beta y yo sólo sabía quién no sería.

– Alfa, alguien desconocido ha estado entrando a nuestro territorio. Por el momento no ha hecho nada, pero debería intervenir. – El antiguo Beta de mi padre me estaba ayudando por el momento.

– Tienen razón, debo demostrar que cualquiera que pise nuestro territorio pagará las consecuencias. – El viejo Beta asintió y salimos para transformarnos.

Llegamos a la parte Este del bosque, donde cinco guardias esperaban.

– Desde hoy harán guardias todo el tiempo, nadie volverá a poner un dedo en nuestro territorio, si lo ven lo capturan inmediatamente, no sabemos qué intenciones tiene. – Los guardias asintieron solemnes y emprendieron su camino para empezar las guardias. Hoy en la noche vendré a hacer guardia también. Emprendí el camino de regreso a la mansión.

– ¡Alejandro! ¿Cuándo me vas a nombrar Beta? – Lo he estado evadiendo desde que soy Alfa. Algunas cosas deben enfrentarse tarde o temprano. – Espera, ¿Lo estás dudando? ¿Dudas de mí? ¿No crees que pueda? ¿Tan malo soy? – Marcos había dado en el clavo, no podría salir ileso de esta conversación.

– Tú eres mi mejor amigo, pero no creo qué este sea tu cargo, requiere de paciencia y sé cuanto te gusta pelear, tú naciste para ser un guerrero.– Vi como sus ojos se volvieron oscuros, sus ojos prometían que me haría arrepentir de esto. Ser Alfa es lo peor que pudo pasarme, si no lo fuera no estaría peleando con lo más parecido a mi hermano, podría tener algo con Sara, en cambio tengo problemas. Marcos dio la vuelta sin decir otra cosa.

- Alfa, la Alfa Sara acaba de cruzar por nuestro territorio a más de 100 kilómetros por hora, se dirige muy enfadada para la escuela y creo que debería saberlo. – Dijo un guardia interrumpiendo el silencio.

- Vamos rápido, quiero ver si es nuestra mate – Dijo Zach en mi mente.

- Voy para allá. – Subí a un auto de la manada y llegar lo más pronto posible.

Apenas bajé del auto escondí mi olor para no llamar la atención y seguí mi camino hasta que vi a Sara adentrándose en el baño seguida por su Beta.

- ¡Ella es mía! Ve por ella, nuestra mate no tiene nada que hacer en un baño con otro que no seamos nosotros. ¡Haz algo, pedazo de imbécil! – Zach presionaba demasiado para que le diera el control, me dolía cada fibra de mi ser, pero quería ver lo que hacía.

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