Capítulo VI
Sara
– ¿Golpe de estado? Suena peligroso e ilegal, me agrada tu forma de pensar, pequeña. – Todos miramos a Andrés, era mejor tener a ese sádico de mi lado y no de enemigo. Camilo y Sebastián a diferencia de Andrés que había aceptado antes de si quiera explicar me miraron buscando respuestas.
– Golpe de estado, no sé qué sucedió en todos estos años, pero la manada Moon volverá a resplandecer y a hacer honor a su nombre, como cuando mis padres estaban vivos. Teóricamente, cuando se está en guerra un Alfa puede pasarse las órdenes del Concejo por donde le plazca. – Me miraron interesados por mi alocada idea. – Yo puedo disolver el Concejo en este momento, ese nunca ha sido un problema; lo que es un problema sería que no me he transformado, la manada no sobreviviría a un ataque. – Transmitían indecisión los ojos de mis nuevos amigos. – Lo único que se necesita para disolver el Concejo es que el Alfa lo apruebe y que los demás miembros también lo hagan. Pero es arriesgado y no sé si todos me apoyen, si algo sale mal no intercedan, mi vida no lo vale ¿Entendido? – Andrés paró el auto abruptamente, los tres parecían igual de consternados con mis palabras. Salió por la puerta de conductor, abrió mi puerta y con fuerza, pero de forma delicada me saco del auto.
– ¡Ese es tu puto problema de mierda! ¡Siempre estás pensando en los demás antes que en ti! ¡¿Qué pasará cuando no estemos?! ¡¿Qué pasará cuando cumplas tus deseos y mueras?! ¡¿Crees que este mundo lleno de porquería será un mejor lugar sin ti?! ¡¿Lo crees?!– Aligero su tono al ver las lágrimas acumularse en mis ojos y al sentir la mano de Sebastián en su hombro pidiéndole silenciosamente que fuese más delicado. – Lo que te paso es una putada y es culpa de cada maldito miembro de esta estúpida manada de mierda todos la cagamos. No has hecho nada mal, sólo nos has protegido de una forma retorcida que para todos es invisible tu esfuerzo... Pero, no mereces morir, es más eres la que más merece vivir y no sólo sobrevivir sino vivir y ser feliz... No morirás no hoy, no mañana, morirás en mil años cuando después de vivir una buena vida ¿Sabes cómo lo sé? Porque pase lo que pase, hoy daré mi vida si es necesario. – Me abrazó y sentí tantas cosas, desde miedo a que por mis responsabilidades ellos muriesen, hasta alegría porque me sentía segura en un lugar con estas personas.
– Él tiene razón no te dejaremos deja de dejarnos, aceptamos ayudarte y todas las responsabilidades y consecuencias que nos caigan encima. Ahora vamos a ir a ese maldito concejo, la romperás con toda y matarás a los nuevos miembros de un infarto al corazón como a sus antecesores ¿Bien? – Asentí, Camilo me secó las lágrimas y me guio al carro nuevamente, subimos y Andrés comenzó a manejar rápidamente hasta a llegar al parqueadero de la manada.
Bajamos silenciosamente y mientras a ellos se les iba a salir el corazón del pecho, yo estaba pensando en mi discurso tenía que ser lo más prolijo posible. Por alguna razón Alejandro llego a mi mente, ese muchacho que me revoloteaba las hormonas y me hacía sentir casi normal en este mundo lleno de locura. Sin darme cuenta ya estábamos dentro del recinto, todos los miembros de mi manada me miraban con tanto odio que sólo quería salir corriendo. Necesitaba aire demasiado necesitaba oxígeno me iba a desmayar, no sólo estaba apostando mi vida a personas irracionales, sino que si moría los tres idiotas morían conmigo. No tengo tiempo para desmayarme debo solucionar esto o moriremos todos. Subí a la tarima mientras de Andrés, Sebastián y Camilo le gruñían a todo el que se atreviese a hacer un movimiento sospechoso.
– Sé que me temen, entiendo sus razones, pero sé que le temen más a él. Lo que entiendo es que no he hecho nada mal, nunca... Mis padres murieron y el Concejo me encerró, pasaron cosas terribles que ningún niño o niña merece vivir, pero esa no es historia de hoy. ¿No extrañan a sus esposos, a sus hijos, a sus primos, a sus tíos? ¿Tan poco los aman que quieren que ellos sigan muriendo en esta estúpida guerra? ¿No quiere recuperar sus derechos? ¿Dejar de ser Alfas, Betas u Omegas y volver a lo que éramos... Felices sin distinción? Yo sé algo y es que ame y amo a mis padres y en su memoria quiero que esto acabe, y que nuestros hijos dejen de quedar huérfanos o de ser esclavos. Yo he estado toda mi vida encerrada, pero recuerdo que este lugar es un lugar en que todos se aman y todos se cuidan y espero que no haya cambiado. – Los muchachos me miraron y subieron sus pulgares diciéndome que iba bien. – Yo no sé qué les dijeron, pero yo fui a la manada Black a acordar la paz, sé que les han quitado la voz y su libertad, que en mi ausencia los han regresado al vasallaje, pero ya no más, eso se acaba hoy. Yo Sara Moon declaro que el Concejo deja de ser una autoridad de poder en esta manada, si alguien diferente a sus miembros y su familia se opone, que hable ahora. – Los sonidos de sorpresa no tardaron en escucharse.
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Black & Moon
Werewolf- Yo Alejandro Black te rechazo a ti Sara Moon, como mi mate y Luna de la manada Black. - Me miró con superioridad, cómo si el fuera rey y yo una simple basura en el suelo, mi alma se quebró en dos y el corazón me quemaba mientras que lágrimas bajab...