Capitulo 21

7 1 0
                                    

—Tenemos que hablar —liam no rompe el contacto visual y yo tampoco, solo asiento con la cabeza.

Ninguno se mueve de su lugar, no se si acercarme o empezar hablar sobre el tema del porque quiero cortar.

Puedo ver sus emociones contraídas, todo se mezcla y no se bien deducir sus facciones, sus emociones que transmite a través de gestos.
Es claro que feliz no esta, pero si una pizca de alivio mezclada con enfado y tristeza. Me duele verlo así y mas si es por mi culpa.

Se que tal vez no lo amo como antes pero lo quiero, lo quiero en mi vida, como un amigo. Tal vez no tuvimos que volver a intentarlo, sino a ver quedado como amigos que en el paso tuvieron algo hermoso y no esos que intentaron otra vez y termino mucho peor que la primera. Que la segunda vez trataron de cambiar, que hubo engaños, no solo esos de poner el cuerno sino que engañarlo con los sentimientos. Esos "yo a ti", "yo también te amo". Esa palabra, te amo, tiene tantos significados que a veces no nos damos cuenta. Yo lo engañe por las dos partes y eso es lo que me duele.

Me descuelgo el bolso y lo dejó sobre la mesita que hay al lado de la puerta. Respiro profundamente y lo suelto con tantas ganas como si eso me tranquilizara pero sigo igual. Me doy la vuelta para mirarlo y empezar la conversación de una buena vez, por que se que podemos estar así por un buen rato sin emitir ninguna palabra.

—Liam, yo—no pude terminar por que el me interrumpió.

—Aquí no, por favor —vuelve a conectar nuestras miradas—. Prefiero un lugar donde estemos solo los dos.

—Esta bien —asiento y hago una seña a la escalera—, voy a buscar una campera y bajo.

El se levanta de la escalera y cuando voy a pasar por su lado, por alguna razón mi cuerpo se queda paralizado frente a el, nuestras miradas siguen conectadas. Una de mis manos empieza a subir para  tocar su mejilla y sentir el contacto de su piel con la mia, pero eso no sucede. Sino que el corre la cara cuando estuve a unos centímetros de tocarlo, con esa acción algo dentro de mi se rompió y mis ojos se cristalizaron  pero pude aguantar las lágrimas y no dejar que se desparramen por mi rostro. Mientras vuelvo mi mano  a su lugar, musito un "lo siento", sigo mi camino y subo las escaleras, me dirijo hacia mi habitación, dejo la puerta abierta y busco rápido una campera en mi armario.

—Llego hace tres horas —escucho la voz de mi madre y me giro hacia donde proviene, esta sentada en mi cama.

—¿Por que no me avisaste? —pregunto.

—¿Te iba a llamar y decirte "Summer, tu novio o ex novio esta aquí conmigo, así que vuelve de esa cita con Noah"? —dice con sarcasmo.

—No tan así, pero si —digo mientras ruedo mis ojos—. En una hora o no se cuanto vamos a tardar, vuelvo a casa.

—¿Quiere hablar, no? —wow es adiviná, me salio una madre adivina.

—Que genio eres, mamá.

—Summer, ese tono conmigo no —la sonrisa se le va desvaneciendo.

—Lo siento, es que —suspiro y me siento al lado de ella con la campera en la mano—. No estoy bien, mamá. Yo... —niego con la cabeza.

—Esta bien, princesa —me acerca a ella y empieza a acariciar mi cabello—. Nadie te tiene que obligar a sentir algo que tu no sientes.

—Pero yo no quiero hacer sufrir a nadie.

—Eso es inevitable, preciosa —levanta mi rostro y posa sus manos a los costados de mi rostro—. Pero duele menos cuando no se enteran por terceros.

—Ya me tengo que ir —señalo la puerta y antes de irme me abalanzo sobre ella y la abrazo, no tarda mucho en corresponder—. Gracias.

Salgo de mi cuarto y me dirijo a las escaleras.

No Siempre Es Lo Que Parece  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora