Capitulo 10

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Era miércoles, mitad de semana y aunque es difícil de creer, Noah cumplió mi petición y no me viene a recoger antes de ir a la preparatoria. En estos días por mi mala suerte estuve recordando lo que paso esa noche en Marcen. No fue su culpa porque él no lo quería hacer, por alguna razón que desconozco, aunque después de unos minutos cambio de opinión rápidamente.

FLASHBACK

Después de ese beso o mejor dicho besos, wow, este chico besa como los dioses, ahora entiendo el porque de todas las chicas quieren con él y no las juzgó; porque si me gustaran los tipos como Noah, estaría a sus pies. Pero ahora, mirándolo bien es ardiente, con esa sonrisa picarona y su mirada, vuelvo a repetir, si me gustarán de su tipo él estaría allá riba; con los dioses del olimpo, ¿y si él es un dios y por eso llama mucho la atención y es perfecto, cada facción de él?.

Sujeto su mano para que me siga, no se bien a donde quiero ir pero me dirijo a las escaleras, al subirlas abro una puerta; no se de quien es el cuarto, al entrar cierro la puerta, me doy la vuelta y junto mis labios con los de Noah, inconscientemente lo llevó a la cama y mi cuerpo queda sobre el suyo, pero segundos después, Noah me corre suavemente para un costado y se levanta de la cama. Al hacer esto yo me siento en la parte de los pies de esta.

Summer, no podemos hacerlo —este niega con la cabeza.

¿Por que no?, si eso querías tú en un principio.

¿Que? no, digo si, pero no de esta manera.

¿Como de esta manera?.

Primero; estas ebria, segundo; lo estas haciendo porque ese chico tenia su lengua dentro de la boca de otra chica; y tercero; yo no soy un aprovechador.

No quiero hablar sobre ese chico, y no te estarías aprovechando, si yo lo quiero hacer.

Summer... —no lo dejo terminar ya que me levanto y lo beso.

Me separo unos centímetros y acerco mis labios a su oreja para susurrarle:
—Quiero que me cumplas mis deseos y que me hagas desear mucho más.

Y así lo hizo, me volvió a besar y nos volvimos a caer en la cama, pero esta vez Noah estaba arriba mío. Él beso era apasionado, como el primero cuando estábamos bailando pero esta vez parecía que los dos queríamos este beso y siendo sincera yo lo deseaba más, era como una necesidad, una adicción, cada vez que nos separamos necesitaba volver a unir nuestros labios.

Él me sacó mi remera y yo la él, este de besar mis labios fue bajando por mi cuello y luego mi torso, lentamente fue bajando a mi entrepierna y...
¡SANTA MADRE! ¡ESTE CHICO ES DEFINITIVAMENTE ES UN DIOS DEL OLIMPO!¡SU PUTA LENGUA LO ES!.

En mi mente estaba rezando, y pidiendo perdón por pensar un montón de cosas sucias que le haría a Noah Flecher o lo que podríamos hacer los dos juntos.
Noah volvió a subir y junto sus labios con los míos, mientras nos besábamos giramos quedando él abajo y yo arriba.

No Siempre Es Lo Que Parece  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora