-._¿En qué piensas?
-._En todo y a la vez en nada-._Le respondo a Lucía.
-._¿Qué se supone que es todo?
-._No tengo idea.
-._¿Qué se supone que es nada?
-._Tampoco tengo idea.
Un silencio un poco incómodo comienza a formarse.
-._¿Puedo contarte algo?
-._Claro, no tienes que preguntar.
-._Cuando tenía entre dieciséis o diecisiete años, yo creía que había encontrado al amor de mi vida. Él era dos años mayor que yo. Y me gustaba. Realmente me gustaba. Yo hacía muchas cosas con tal de solo verlo un rato. Me escapaba de clases, le mentía a mis padres, a veces salía a la calle para ver si de pura casualidad podía encontrarlo rondando por ahí. Sé que era estúpido el que yo solo saliera porque si, pero ni necesidad de verlo era muy grande y creo que eso fue lo que hizo que me terminara una semana antes de mi cumpleaños dieciocho. En el tiempo que estuve con él no fui capaz de mencionarle a alguien que estaba en una relación. Me tocó "sufrir" sola el dolor de la ruptura de mi "verdadero amor". El punto es, que sea lo que pienses o sufras con cuestiones del amor, puedes contarme con libertad sin temor a avergonzarte. Puede que suene tonto ahora después de las tantas cosas de las que ya me has contado, pero quería que lo supieras con total certeza.
-._¿Volviste a ver a ese joven?
Ella me mira sorprendida y un poco confundida.
-._No, nunca lo volví a ver, aunque admito que lo busqué-._me responde nostálgica.
-._Gracias.
-._Eso debiste haberme dicho primero.
-._Idiota, tenías que arruinar la atmósfera.
-._Perdón y de nada.
-._Yo nunca había tenido a alguien con el que yo pudiera abrirme de esta forma.
-._Ahora la tienes.
-._Gracias por escucharme y lamento lo de tu ex.
-._De nada y no te preocupes, ya es cosa del pasado.
-._¿Cuándo piensas regresar a tu casa?-. _le preguntó volteando vagamente la cabeza hacia ella.
-._¿Me estás corriendo?
-._En lo absoluto.
-._¿Entonces por qué lo preguntas?
-._Porque prácticamente la mitad de tu ropa está en mi armario.
-._¿Crees que deba traer más?-._dice juguetona.
-._Noooo, ya no más-._respondo en el mismo tono que ella.
La tarde transcurría muy bien. Lucía prácticamente ya vive a la fuerza conmigo. Es agradable tenerla cerca, me siento bien al llegar a casa y verla estorbar en mi camino.
-._Lucía, ¿puedo hacerte una pregunta?
-._Dispara.
-._¿te gusta alguien actualmente?
-._¿Por qué lo preguntas?
-._Curiosidad.
-._¿sabías qué las mariposas no pueden ver sus alas?
-._Lucía, no me cambies el tema.
-._Es triste que no puedan verlas. Son tan hermosas._No digo nada. Ella parece que quiere hablar pero supongo que se está tomando una pausa para poder decirme._Él es casado.
-._Vaya, ¿tiene hijos?
-._Tiene dos hijos y 6 nietos.
-._¿Pues cuántos años tiene él?._pregunto algo sorprendida.
-._Es un poco mayor que tú.
-._¿A caso tiene una fortuna y estas esperando a que muera para quedarte con ella?
-._Idiota._dice con una pequeña risa y con un poco de pena._lo conocí en la cafetería. No sé, o sea, de repente él me gustó.
-._Si que estas jodida._ comienzo a reírme a carcajadas.
-._Lo dice la que se muere por una de 18 años.
-._¡Desgracia!
Reímos por un pequeño rato. Ella me contó como fue que comenzó a gustarle aquel señor, no me ha dicho su nombre, supongo que por privacidad a él.
-._¡ALICE!
Lucía y yo nos quedamos mirándonos sorprendidas.
-._¿Gritaron mi nombre?
-._No estoy segura, calla.
Nos quedamos en silencio esperando si otra vez volvíamos a oír aquel grito.
-._¡ALICE, ABRE ME!
Oh Dios. Está aquí.
Creo que volví.
Los he extrañado.
Duerman bien. ❤️
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Profesora Homofóbica
RomanceAsco, repugnancia y odio. Eso era lo que le causaba. Placer, jadeos y gemidos. Eso fue lo que le causó después.