XXVII

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¿Cómo puedo decirle a mi corazón que deje de amar a alguien a quien ni siquiera le importo? ¿Cómo le digo a mi cerebro que deje de pensar en alguien a quien ni si quiera me habla? ¿Cómo le pido a mi cuerpo que deje de reaccionar cuando pienso en ella? ¿Cuándo se me pasará esta opresión que siento en el pecho?
Soy tan vieja, porque me dejo llevar por estas cosas cuando ya tengo hecha mi vida.

Soy tan vieja.

-._Alice, levántate ya, necesitas comer algo.

-._Yo sé, pero no tengo apetito.

-._Es tercera vez en el día que te pido que comas algo. Son las cinco con no sé cuanto de la tarde, levántate de esa cama y baja a comer algo.

-._¿Eres mi madre?, te recuerdo que soy mayor que tú.

-._Por eso mismo, porque eres mayor que yo no deberías de estar haciendo estas cosas de adolescentes. Y que vergüenza que tenga que acarrear a una vieja necia a comer.

-._¿Has considerado en adoptar un hijo?
Serias una muy buena madre.

-._Me siento halagada pero eso no cambiará mi autoridad ahora. Baja y come lo que preparé.

-._¿Te parece si adoptamos un hijo juntas?

-._Me parece buena idea pero tienes que bajar a comer.

-._¿Niña o niño?

-._Te bajas de esa cama o te bajo yo.

-._Definitivamente yo seré la mamá que consiente a su hijo y tú serás la mamá gruñona y aburrida.

-._Mas bien tú serás la mamá deprimida.

-._Me bajo, pero que sea la última vez que me dices "mamá deprimida".

-._Claro, mamá deprimida.

Lucía cuando quiere puede ser una mujer muy firme, se le puede sentir la autoridad en la voz cuando quiere.
Admiro esa parte de ella que sabe cuando debe ser una persona flexible y cuando ser dura.
Llego al comedor y me encuentro con un plato con una cosa extraña servido en el.

-._¿Qué es esto?_digo algo sorprendida.

-._Comida. Come.

-._Pero se ve espantoso.

-._Creeme que sabe bueno.

-._¿Segura? Esa combinación de verde con rojo no me da buena pinta.

-._A mi tampoco la primera vez que lo hice pero te seguro que es un manjar.

-._Creo que hay algo vivo ahí._digo moviendo un poco la comida.

-._Probablemente. Come.

No muy segura pruebo un poco y sorprendentemente sabía demasiado bueno, Lucía a notado por mi expresión que me ha gustado y me mira con una cara de victoria en seguida me corrijo y trato de comer de lo más normal.

Lucía a veces parece más madura que yo, me alegro de que sea mi amiga. Que haría yo sin ella.

-._Lucia, ¿Cómo te va en el trabajo?

-._Esta bien, desde que me cambié del otro trabajo en la cafetería me siento más tranquila, no es muy apurado. Me gusta mi nuevo trabajo.

-._¿En serio? Me alegra que te vaya bien ahí, realmente me alegro.

-._Gracias, ¿pero por qué lo preguntas?

-._Me gustaría que pidieras unos días de descanso.

-._Creo que aún no puedo hacer eso, apenas hace un mes que estoy allí, ¿y para qué pediría "unos días de descanso"?_ dice haciendo las comillas con las manos.

-._Quiero qué me acompañes a hacer un pequeño viaje. Para distraernos un poco.

-._Deja le marco a mi jefe.

-._No esp..._ en un parpadeo Lucía ya tenía al teléfono a su jefe, no pude escuchar que decía ya que se alejó. Ni si quiera le dije cuándo o a dónde y ya está haciendo la llamada. Que haría yo sin ella.

-._¡Listo!

-._¿Tan rápido?

-._Sip, gracias a mis encantos mi jefe me dio una semana.

-._¿En serio?

-._Sip, soy genial._ Se halaga con un tono de voz de superioridad.

-._Si que lo eres.

-._Ahora, ¿A qué bello lugar me llevará la futura madre de mis hijos?_ se ríe al terminar de decir lo último.

-._Mmm, siempre he querido ir aquí._ Busco una imagen en mi teléfono y se la muestro.

-._¿No es ese el Coliseo?

-._Mjum.

-._¿Vamos a ir a Italia?

-._Espero y tengas pasaporte, Bella signora._Le digo esto último en Italiano.

-._non preoccuparti amore mio.





Gracias por leer. ❤️

Profesora Homofóbica Donde viven las historias. Descúbrelo ahora