NINFA (rosinantextu)(zoroxtu)

Capítulo 9

Aquel acontecimiento marcó y amargó en gran manera a _______. Parecía estar muy ansiosa por mantener su alianza con el miserable Gobierno Mundial, tratando de forzar algo que se estaba volviendo ajeno a ella, o que tal vez ya lo era y se vió obligada a reprimir. Privada, desde los seis años, de interacciones sociales que para ella hubiesen sido naturales y adecuadas, se forzaba a encarar un mundo cruel, probándole a ese mundo que podía seguir viviendo sin esas interacciones. El espíritu amoroso que la llevó a Marine Ford, el valor que la había apoyado mientras estaba en la unidad, su naturaleza pasional, todas esas cosas se juntaron para trabajar en el interior de _______, para generarse un estado de profunda inquietud, una rebelión digna de piedad.

No podía evitar revivir en su cabeza cada escena de lo acontecido constantemente. Todo blanco: las casas, las calles, la vegetación; esa hermosa pureza fue manchada con sangre. Era un lugar de muchas riquezas y abundancia hasta que fueron asediados por la misma institución que se suponía existía para hacer el bien y proteger a las personas. A partir de allí se detuvo el tiempo. No. El tiempo se detuvo a partir de que se decidió disfrazar la verdad para ocultar la necedad e hipocresía del Gobierno. Recordaba ver mujeres huyendo despavoridas jaloneando a sus hijos de las manos para que corrieran tan rápido como ellas también, las mascotas y animales de carga habían simplemente huido de sus casas y entorpecían el intento de escape de algunas personas con las que se tropezaron, mientras los agentes se esparcían por todos los puntos importantes de la ciudad para abarcar toda su extensión. No podía olvidar a una vieja que estaba incada frente a su casa, señalándola por estarse incendiando, su esposo había quedado atrapado dentro, mientras ella, severamente mal herida, sollozaba ahogada por el humo y sus propios gritos el nombre de su amado una y otra y otra vez. Todo era una escena de terror, pero los agentes del Gobierno quemaban una casa tras otra tratando de hacer que las familias salieran de sus hogares como ratas asustadas por el peligro para que ya estando fuera pudieran darles el tiro de gracia. Fue una hermosa ciudad, quien supo de su existencia y la conoció jamás olvidaría su belleza, y ella misma se encargó de volverla en una ciudad llena de dolor, miedo y podredumbre, para después abandonar los restos de una civilización rota, envuelta en humo y llamas, en la que en las pocas paredes que quedaron en pie se guardaría el eco de los gritos de sufrimiento de sus habitantes clamando piedad.

El golpe en el alma que recibió de aquella fatídica misión en Flevance había sido más mortal de lo que había creído Rosinante; mucho más mortal para los dos porque ese golpe, al estar en un momento de aparente felicidad y plenitud, les arrancó toda pizca de ilusión.

Rosinante, notaba que _______ se volvió malhumorada, sentía una especie de desdicha enfermiza por su impotencia para ofrecerle una existencia más normal y completa. ¡_______ estaba obligada a renunciar a tantas diversiones lujuriosas, a tantos placeres sexuales, debido a su unión con él, siendo aún tan ninfa! Rosinante se tuvo que enfrentar con el abismo entre la perversión y la realidad. Todas sus dolorosas prevenciones contra la crueldad del Gobierno y las misiones que le encomendaba a su amada no habían servido para aminorar el golpe al alma, para hacerle más tolerable a _______ su estilo de vida. Rosinante se sentía profundamente humillado cuando pensaba en el destierro que habían impuesto los Dragones Celestiales a _______ por culpa de su hermano, cuando pensaba en los insultos que ella tenía que aguantar a causa de su destítulo y su lujuria; todo lo que la muchacha estaba perdiendo y que pertenecía a su ninfomanía se levantaba en ese instante para acusar y maldecir a Rosinante. Se sentía menos resuelto, menos capaz de continuar con la relación, esa hermosa relación para hacer feliz sus existencias.

-¿Me amas? -le decía a _______, tratando de calmarse.

-Tanto que incluso empiezo a odiar -le respondió con palabras demasiado amargas para que salieran de unos labios tan dulces.