Capítulo 47

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Dos años de extrañarse, dos años de larga espera, dos eternos años anhelando volver a tocar sus pieles. No importa cuántas veces estuvieron en la cama con otra persona, el vacío jamás se llenó, sólo había una forma de sentirse completos y era en los brazos de su ser amado.

_______ se veía hermosa, dejó los tintes y lució su cabello con ese brillo violáceo natural, ya no hacía falta ocultarlo, y sus facciones se endurecieron aún más, dándo ese aire de parecer enojada todo el tiempo pero volviéndola más seductora, cualquier pizca de ternura que pudo haber tenido su persona fue desaparecida para dar paso a la madurez y al erotismo.

-Fué a dar una vuelta -le dijo Shakuyaku cuando vió a la chica entrar.

Shakky sabía que lo primero que buscaría _______ sería a su esposo, era muy intuitiva cuando se trataba de leer el alma de las mujeres, sobre todo cuando éstas amaban tanto, seguro porque ella amaba de esa manera también. La joven soltó un suspiro y le sonrió desde el umbral, ya que seguro Zoro tardaría en llegar, se sentó en la barra a beber del sake que la mujer le ofreció. Hablaron de muchas cosas, de la guerra, de su entrenamiento, de hombres, pocas veces ______ se sentía tan entendida como era en ese momento, recordando con un poco de nostalgia las largas charlas que solía tener con la vieja Naná.

***


Llevaba ya tres botellas bebidas cuando percibió un delicioso aroma y, por impulso y sin avisar, se levantó bruscamente de su asiento y corrió fuera del Shakky's Rip-off bar. Estando afuera pudo ver que a lo lejos caminaba en su dirección un hombre vestido de verde y en cuanto lo distinguió, así como salió del bar, salió disparada corriendo en su dirección. Corrió tan rápido que dejó tras ella una estela de pequeñas llamas en el pasto por la euforia que desprendía su cuerpo de tanta felicidad. Zoro traía en sus manos sus preciadas katanas, las iba observando porque venía de un lugar en el que les acababan de sacar filo y brillo, pero al ver que su amada iba hacia él a un paso muy acelerado no dudó en dejarlas caer al suelo para poder recibirla en el aire con ambos brazos bien abiertos, sonriendo. El brinco de emoción que pegó _______ cuando llegó hasta su esposo los tumbó en el blando suelo; se abrazaron por unos momentos muy fuerte, apretandose hasta lastimar, y cuando ese momento pasó ella se levantó sobre él a horcajadas en su cadera, se miraron por unos instantes, incitándose, y al mismo tiempo, como leyéndose las mentes, Zoro alzó sus caderas y _______ apretó las suyas contra él, haciéndose presión. La señal era clara, se necesitaban, y se necesitaban a la de ya.

Zoro entró al bar jalando a ______ con él de la mano y aventó sus espadas en uno de los sillones, cuando se trataba de satisfacer a su esposa nada más importaba.

-Allí está la habitación que te prestamos -le dijo inútilmente Shakky al muchacho.

Ella estaba un poco sorprendida por la repentina intromisión y por los desesperados movimientos de los jóvenes, ya que aún no terminaba de hablar cuando ya se habían encerrado en el dormitorio, estaban tan inmersos en su anhelo que ni siquiera fue escuchada.

Dentro del dormitorio pudieron dar rienda suelta a sus deseos con libertad. El muchacho jaló a la chica hasta adentro del cuarto sin nada de delicadeza y azotó la puerta para cerrarla con seguro. Inmediatamente y sin pensarlo, jadeando por tenerla ya mismo, se lanzó hacia ella para besarla con furia; extrañaron sus bocas durante tantos meses, sus labios, sus lenguas, extrañaron morderse y chuparse, se extrañaban tanto que la sensación de querer consumirse por completo estuvo presente en todo momento. Tan sólo por un instante se separaron para verse y _______ acarició con amor la nueva cicatriz en el ojo de su esposo, fueron los únicos segundos de ternura que vivieron en su bienvenida.

Zoro la jaló del brazo con violencia y la aventó contra la pared, menos mal la madera en esos lugares era dura, con la fuerza que tenía ahora sí pudo haberla atravesado. Sólo se escuchaban quejidos leves y gemidos ansiosos. Ella se abrazó fuerte a su grueso cuello y encajaba sus garras en sus hombros mientras con la otra mano acariciaba su enorme verga por encima de su ropa. Estaba acorradala, su marido tenía ambos brazos apoyados en la pared, abierto a que ella haga lo que desee pero encerrándola con su cuerpo. Ese tipo de actos de dominancia psicológica y física que usaba Zoro durante el sexo eran una de las razones por las que no importaba con quien más estuviera, siempre se iba a desvivir por la verga que en ese momento estaba acariciando.

NINFA (rosinantextu)(zoroxtu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora