NINFA (rosinantextu)(zoroxtu)

Capítulo 62

Chopper se encargó de las heridas de ________, aunque la fruta de la chica hizo lo propio para ayudarle aunque sea un poco a curarse; a Zoro también ya casi le cicatrizaba la herida en su frente. Tenían ya varios días de viaje tranquilo y sin contratiempos, ________ hablaba con Luffy en su camarote con seriedad, ella estaba parada mirando por la ventana, y el Capitán estaba sentado en el sillón, inclinado hacia adelante, meneando sus piernas nervioso.

-La primera vez que te pedí esto fue para ayudar a alguien más -hablaba ________-. Esta vez lo hago por mi misma.

-Somos nakamas. Nosotros debemos acompañarte, ayudarte en esto. Tu alguna vez me dijiste que no debía olvidar mi lugar como Capitán. Ustedes están para ayudarme a convertirme en el Rey de los Piratas, pero mi obligación con ustedes es también ser ese pilar que les sirva de apoyo para cumplir sus sueños.

-Lo eres, Luffy, lo eres -volteó a verlo-. Pero mi destino es algo más complicado que eso. No hablamos de ser la mejor en algo, o llegar a un lugar en especial, sin menospreciar las metas de mis nakamas, lo que yo quiero hacer va más allá, no trascenderá en mi vida, trascenderá en la historia y en la forma en que el mundo se maneja. Mi destino no es para mí, es para el mundo entero. Es terriblemente arriesgado, e ir toda la banda sólo entorpecerá y volverá más lenta mi labor. Deberé ser sigilosa y precisa.

-Eres una excelente estratega, algo se te ocurrirá -casi rogaba el muchacho.

-Mis planes no podrán controlar cada maldito movimiento de doce personas, y ya estando ahí, quién sabe si de más.

-Tienes una recompensa de un billón de berries, te quieren viva o muerta. Por todo lo que sabes, más muerta. ¿Qué te hace pensar que pasarás desapercibida y te dejarán salir viva? -se detuvo a pensar un poco y reaccionó recordando algo- Yo te conozco, tu eras esa muchacha de la que alguna vez me habló Shanks, una mujer sola que sólo se dejaba llevar por la corriente.

________ se irritó un poco por sentirse descubierta, así que lo interrumpió antes de que dijera más amarguras de su vida pasada.

-Ya no soy esa mujer. Nada me doblegará ahora -se giró de nuevo para seguir viendo el oleaje-. Quiero que mi deseo sea cumplido en todos los mares, incluso en sus profundidades, que llegue hasta esas mentes dormidas por su posición social mi anhelo de amor y libertad. Quiero que todos abran sus brazos y sus mentes cerrados por el odio y la avaricia. Un sabio hombre me dijo un día que todos somos hermanos, todos somos hijos del mar; partiendo de allí, entonces todos deberíamos poder compartir felicidad, amor y hasta la tristeza.

-No puedes obligar a la gente a creer en tus ideales.

-Luffy, desde niña me impusieron costumbres inhumanas, me educaron para ser un arma y mantener perfecta obediencia, pero ahora prefiero mil veces ser una piratucha que se la vive huyendo a ser una importante y reconocida agente. Si yo evolucioné de alguna manera, para bien, entonces cualquiera puede. Hay que generar un cambio social. El mundo se está viniendo abajo, tu has visto a las pobres personas ser sometidas de manera injusta. Deseo que si alguien quiere hacerse a la mar con toda su libertad, pueda hacerlo sin ser ajusticiado.

El joven hacía un esfuerzo por entender las razones de su Vicecapitán para irse por su lado tanto tiempo. Confiaba plenamente en sus nakamas, pero en ella más.

________ no perdonaba. Su espíritu carecía de piedad, carecía de la conmiseración necesaria para ir por el camino del perdón. Ni la palabra misericordia ni la palabra indulgencia tenían sentido para ella, para su alma cerrada a lo que se refiera a perdonar. Fundamentaba su actitud en que era recíproca, en dar lo que le daban. Para ese tipo de situaciones se volvía poética, romántica, y entre los pliegues salientes y negros de su alma se oía una voz que decía: "Como el mundo es redondo, pues este rueda. Si rodando se envenena, ¿por qué juzgarme? ¿Puedo dar más de lo que a mi se me dió?" Olvidando por instantes que, muy en el fondo de su ser, no fueron del todo el Gobierno o la Marina quienes la volvieron miserable, sino que se transformó en eso con la libérrima voluntad, o falta de voluntad, de lo que ella quiso ser.