NINFA (rosinantextu)(zoroxtu)

Capítulo 45

Acostados en la cama, acicalándose con ternura, escucharon un estruendo que los sacó de su atmósfera.

-¡Luffy! -gritaron al mismo tiempo volteando a verse.

A tropezones medio se vistieron para salir del camarote, siguieron el camino de destrozos hasta las afueras del Polar Tank encontrándose con la tripulación de los Piratas Heart mirando hacia el follaje que era parte del paisaje de la isla. Penguin vió extrañado a su capitán, que estaba muy despeinado sin su gorro, con la camisa mal abotonada, con aruñones en los brazos y notables chupetones en el cuello. Law ignoró sus extrañas miradas.

-Es natural que quiera desahogar su dolor -dijo Jinbe.

En eso ven las copas de unos árboles venirse abajo, anunciando su rompimiento, y unos gritos escabrosos, lamentos desalentadores.

-Totalmente de acuerdo. Pero si Muguiwara-ya sigue así abrirá sus heridas o podría morir de un choque séptico por lo delicado de su salud y los altos niveles de estrés -dijo Law.

Se escuchó un suspiro de pena por parte de _______.

-Jinbe, eres quien está más sano y tiene más fuerza de los dos. ¿Me ayudas a contenerlo, por favor?

El gyojin asintió y en un parpadeo ya estaba corriendo tras Luffy. _______ dió un pequeño beso a Law en sus labios sin importarle estar frente a sus subordinados y se fué tras Jinbe a un paso no tan rápido.

***

Los encontró en medio del follaje. El gyojin tenía por el cuello a Luffy para inmovilizarlo. Parecía que su capitán por fin se había rendido en su lucha porque había dejado caer sus brazos como gelatinas a sus costados. Jinbe volteo a ver a _______ y ella asintió. Entonces lo soltó dejándolo caer al suelo bruscamente.

-Estaré cerca -le dijo a la chica con inseguridad-, por si acaso.

-Muchas gracias, Jinbe.

La joven se incó frente a su capitán con una sonrisa melancólica y lo incorporó un poco para sentarlo mejor. El pobre estaba ido, muy herido, lo terriblemente triste es que sus heridas no eran sólo físicas, y las heridas del alma eran las más difíciles de sanar.

-Capitán -le habló con voz muy suave-. Luffy.

Al escuchar la voz de su amiga despertó un poco de su trance. Pero de pronto el sufrido chico fue abrazado por unos delicados brazos, _______ se había acercado a él para que le compartiera su dolor, y su rostro se apretó contra el pecho de su amiga, mientras ésta le acariciaba el cabello y le daba besos en la coronilla. Al principio Luffy se apelotonó allí, como una criatura que no podía hablar, que de algún modo se hubiera lastimado así misma. Pero su corazón era demasiado infantil para soportar esa congoja; se sentía tan pesado, tan sobrecargado, que la pena subió a borbotones de su corazón y fue confiada al pecho de su nakama.

La trágica muerte de Portgas D. Ace entristeció a todos los que lo habían conocido, pero especialmente a Luffy. Una y otra vez Luffy se reprochaba el haberse distraído con la vibrecard en ese momento fatal; con sólo haberla dejado simplemente volarse, la tragedia podía no haber sucedido nunca, hubiera podido transmitir a su hermano la fuerza y el coraje con los que iba tras sus sueños. Más fuerte era el golpe aún porque, junto con su pena natural, experimentó una nueva y completamente inesperada emoción: la emoción del miedo. Repentinamente se había puesto temeroso y ese temor se veía en sus ojos, se proyectaba en su voz cuando hablaba de Ace:

-¡Haber terminado de esa forma, haberse sacrificado; _______, es tan horrible que sucedan estas cosas. Él se sacrificó para salvarme! -y seguía rememorando todos los penosos detalles del momento en que le vió frente a él atravesado por el puño, de todos los detalles de su visión del cadáver de Ace- ¡Es todo tan horrible!