PROLOGO

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High tide- Lemolo

Carina
1 de Septiembre de 1991, Londres

Frunzo la nariz una vez más y aprieto los labios formando una fina línea. 

Miro a mi alrededor con claro disgusto y después bajo la vista a mis zapatos recién lustrados de charol negro, sin moverme ni un centímetro más.

Mi madre y Dora ni siquiera han reparado en qué ya no he avanzado más junto a ellas, continúan charlando entusiasmadas de lo maravillosa que será mi vida en Hogwarts. La infinidad de amigos que voy a tener y lo excelente alumna que seré.

Pero yo no quiero nada de eso.

Yo quiero quedarme en casa con mi familia.

Un par de zapatos grandes y desgastados se plantan frente a los míos. De inmediato sé que se trata de papá por el aroma a canela que desprende.

—Carina— me llama con ternura. Juego con el borde de mi suéter y levantó lentamente la mirada bajo mis pestañas— ¿Qué sucede cariño?

—No quiero ir— respondo con honestidad.

Papá sonríe levemente y suelta un suspiro.

—¿Por qué no te quieres separar de nosotros?

Asiento.

» Mi pequeña... Hogwarts será la mejor experiencia de tu vida. Entiendo muy bien que estés asustada y triste por tener que estar tanto tiempo alejada de nuestra familia, pero no es para siempre y además te lo pasarás de maravilla en el colegio. Harás amigos e incluso puede que te lleves muy bien con algunos profesores. No estarás sola.

—Ya no iremos al cine todos los viernes— me quejó enfurruñada. Papá ríe así que continúo despotricando— Tampoco podré comprar nuevos casettes cada mes, tendré que escuchar la misma música hasta las vacaciones de invierno.

—Puedo enviarte todos los casettes que quieras por correo. Y durante las vacaciones de invierno iremos todos los días al cine para reponer la tradición del viernes ¿qué dices?— me da unas palmaditas en la cabeza.

—Que eso es un asco.

—Esa honestidad tuya te traerá muchos problemas, hija mía— bromea alzándome una ceja.

Cruzo mis brazos y alzo mi mentón.

—No soy una mentirosa, digo lo que pienso— replicó orgullosa. Papá me analiza durante unos instantes y luego entrecierra la mirada.

—Te molesta algo además de estar lejos de nosotros ¿verdad?

Muerdo el interior de mi mejilla y juego con uno de mis mechones castaños. Mamá me lo había peinado hoy con unos rizos y una trenza que cruza toda mi nuca. Según ella para verme preciosa en la Ceremonia de Selección. Aunque no creo que mi cabello atraiga mucho la atención si termino vomitando de los nervios.

—No.

—Acabas de decir que no eres una mentirosa, cariño— refuta papá.

—Era una mentira evasiva— me justificó— Si te digo qué es ¿me dejarás no subirme al tren?

—No.

•kairosclerosis• | fred weasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora