•kairosclerosis• | fred weasley

CAPITULO VI: Auras

I Hate Myself for Loving You- Joan Jett

Carina
31 de Agosto de 1995, Grimmuald Place #12

—Conque prefecto...— gruñe Ojoloco observando a Ronald— Bueno... felicidades, las figuras de autoridad siempre atraen problemas, pero supongo que Dumbledore cree que puedes soportar cualquier embrujo, porque si no, no te hubiera nombrado a ti.

Ante la cara de espanto que puso el pelirrojo no pude evitar soltar una carcajada.

A Molly le había parecido una idea estupenda celebrar en la cena el nombramiento de los nuevos prefectos de Gryffindor: Hermione y Ron.

Los gemelos no habían parado de burlarse de su hermano durante todo el día y yo de vez en cuando no pude evitar incluirme a las bromas. Ganándome miradas intensas de Fred, a quién yo nuevamente me dedicaba a ignorar, porque tan solo verlo a los ojos me hace recordar lo sucedido en mi habitación y la cara se me ponen más roja que un tomate.

Es algo tonto que me ponga así por algo que ni siquiera se le puede llamar beso, pero estamos hablando de mi amor platónico... el cual ya no parece tan platónico.

—Bueno creo que la ocasión merece un brindis— anuncia el señor Weasley— ¡Por Ron y Hermione, los nuevos prefectos de Gryffindor!

Los nombrados parecían encantados mientras los demás bebían a su salud y luego todos aplaudieron.

—Yo nunca fui prefecta— comenta mi hermana mayor.

Quien el día de hoy había decidido traicionarme y se había dejado el cabello largo color rojo, parecía la hermana mayor de Ginny y no la mía.

» El jefe de mi casa decía que me faltaban ciertas cualidades indispensables.

—¿Cómo cuáles?— pregunto la menor de los Weasley sirviéndose algo de comida.

—Como la capacidad de comportarme.

—Y la capacidad de actuar como un ser humano bien desarrollado y no la torpeza caminando— continuo yo burlona.

Sentí de inmediato su golpe en la nuca, Ginny rio divertida y Hermione no sabía si sonreír o seguir bebiendo su cerveza de mantequilla. Al final opto por lo segundo y se atraganto.

—¿Y tú Sirius?— le pregunto la pelirroja mientras le daba palmaditas en la espalda a su amiga.

Black que estaba sentado al lado de Harry soltó una estruendosa carcajada.

—A nadie se le habría ocurrido nombrarme prefecto porque me pasaba demasiado tiempo castigado con James. El bueno era Lupin, a él si le dieron la insignia.

—Creo que Dumbledore albergaba esperanzas de que yo ejerciera cierto control sobre mis mejores amigos— terció Lupin— Ni que decir tiene que fracasé estrepitosamente.

A Potter pareció gustarle el hecho de que su padre tampoco lo hayan nombrado prefecto, lo había notado algo incomodo por el que sus amigos lo estén dejando de lado.

La cena transcurrió entre otras conversaciones más, el murmulló que recorría por todo el comedor, por poco me recordó a las comidas en Hogwarts. Me causaba cierto alivio el saber que había sobrevivido al verano en esta casa, el día de mañana por fin me reuniría con mis amigos y las cosas volvería a la normalidad.

Es decir, no más Fred Weasley poniéndome de los nervios.

Mis padres habían mandado esa mañana todos mis nuevos útiles escolares mediante Dora, me sorprendí un poco de que viniera una nota escrita por mamá. Decía que me cuidara mucho y que me deseaba un feliz curso.