•kairosclerosis• | fred weasley

CAPITULO XXI: Regalos de Navidad

Heart of glass- Blondie

Carina
18 de Diciembre de 1995, Grimmuald Place #12

La mañana siguiente la pasamos colocando decoraciones de Navidad.

Sirius estaba demasiado feliz, llegando al punto de comenzar irritarme, se dedico a cantar villancicos mientras cotoneaba sus caderas al compas de una escoba.

—¿Podrías...— comencé quejumbrosa— cerrar el pico un rato, Sirius?

El Black se giro de golpe mirándome ofendido.

—¡Sobrina! ¡Pensé que amabas la música tanto como yo!— replico como un niño pequeño.

—Sí, la música buena. No el asco de canciones que estas tarareando.

—Ah— chasquea la lengua— Ya veo, eres un Grinch.

—No del todo— me cruzo de brazos— Amo la comida de Navidad y obviamente los regalos también, pero los jodidos villancicos y las ridículas películas de Noche Buena las detesto. En conclusión, odio las ridiculeces.

—Pues tendrás que aguantarte, tus padres me mandaron una carta esta mañana pidiendo que pasarás en mi casa las fiestas.

Me alza el entrecejo.

» Y aquí somos muy navideños para que te lo sepas.

—Que pesadez.

—Grinch— me entrecierra la mirada.

Estoy apunto de lanzarle mi trapo en la cara, pero una voz me distrae del cometido.

—Venga, Carina— me dice Fred limpiando a mi lado— Deja que tu tío se divierta.

—Eso— sonríe Sirius— Hazle caso al pelirrojo.

—Oh por supuesto que lo hará— se ríe mi hermana bajando las escaleras, tiene una sonrisita burlona expandiéndose por su rostro— Vaya que sí.

Le lanzo el trapo directo a su cara.

—Cállate, arcoíris andante.

Fred suelta un sonido nasal seguido de una risa discreta.

» No te rías, jirafa. Alguien pudo haberla oído.

—Yo lo hice— señala Sirius— ¿Me estoy perdiendo de un chisme jugoso?

—No— decimos al unísono.

—Hmmm— murmura el prófugo— Interesante.

Y tras decir eso desaparece, dándonos antes una extraña mirada.

—Demonios, Nymphadora— le reprocho apenas estamos solos— Ya te dije que no era lo que pensabas. Si continuas con esto, los demás pensaran algo que no es.

—Ya— se ríe la metamorfomaga— Solo le estabas quitando una basurita con tu boca a Fred.

—Era una basurita muy grande— bromea el gemelo.

Le doy un codazo.

—No entiendo porque mantienen en secreto su noviazgo— ladea la cabeza confundida— Nuestros padres estarían maravillados, bueno tal vez papá no tanto pero mamá si, y los señores Weasley ni se diga. Tienen el camino completamente abierto.

—¡¿Verdad que sí?!— chilla el gemelo.

—No somos novios— corrijo al mismo tiempo.

Ambos nos miramos mal.

Dora vuelve a reírse.

—Pues creo que deben ponerse de acuerdo, sobre ello— bromea mi hermana— No se que clase de rollo se traigan entre manos, pero déjenme darles un consejo de alguien mayor.