•kairosclerosis• | fred weasley

CAPITULO XXIII: Curiosidad saciada

Let's get in on- Marvin Gaye

Fred
26 de Diciembre de 1995, Grimmuald Place #12

Apenas dieron las doce de la madrugada, me destape con prisa de las sábanas y me encamine con sigilo fuera de la habitación.

George roncaba abiertamente cuando cerré la puerta detrás de mi.

Carina me había estado preocupando desde el camino de regreso a Grimmuald Place, y es que la pobre tenía una cara tan deprimida que me fue inevitable no asustarme.

Cuando le pregunte a Ginny si había sucedido algo, me conto sobre los padres de Neville y el profesor Lockhart. Asumió que tal vez estuviera decaída por Neville, con quien últimamente se lleva demasiado bien.

Pero conozco a Carina Tonks como la palma de mi mano.

Algo más carcomía sus pensamientos.

Me pare frente a su puerta y tome una profunda respiración, di tres toques y al no obtener respuesta, abrí yo mismo la puerta.

Carina estaba sentada en medio de la cama. Arropada con el jersey que le dio mamá esta mañana y cubierta por las mantas. Parecía estar muy perdida en sus pensamientos, y lo más probable es que por ello no respondió a los toques en su puerta.

El fuego de la chimenea estaba encendido, le daba una halo de luz a la mitad de su rostro. Iluminando sus delicadas facciones.

Era tan preciosa.

—Hey— la llamó con una sonrisa ladeada.

Ella salta sobre su sitio y levanta la mirada, al ver que soy yo, sonríe un poco.

—Hey— responde de regreso— ¿Has venido por tu beso de buenas noches?

—Sí— me acerco a la cama, hasta detenerme en el pie de está y alzo mis manos para sostener su rostro entre ellas. Acaricio mi nariz con la suya— Pero primero quiero saber que estás bien.

—¿Por qué lo dices?

Suena un poco a la defensiva.

Lo normal en Carina Tonks.

—Ginny me conto lo que paso en el hospital.

—Ah— pone una pequeña mueca— Estoy bien.

—No—las yemas de mis dedos acarician suavemente sus pómulos— No lo estás.

Ella abre la boca para replicar pero la interrumpo antes de que pueda hacerlo.

» Ni pienses en negarlo, Carina.

Cierra la boca haciendo un pequeño puchero de disgusto.

—Pesado.

—Cabezota.

Suspira con cansancio y se deja caer sobre las almohadas, me quito los zapatos y me acuesto a su lado imitándola.

Ambos miramos al techo cuando comienza a hablar.

—Estoy avergonzada— susurra con voz queda.

—¿Por que?— cuestiono frunciendo el ceño.

—Por...— muerde el interior de una mejilla y cierro los ojos— Por estar emparentada con ella.

—¿Ella?— trato de hacer memoria del relato de Ginny— ¿Bellatrix Lestrenge?

—De soltera Black.

Alzo mis cejas con sorpresa. Ahora tiene sentido.

» Es la hermana mayor de mi madre.

—Wow.