•kairosclerosis• | fred weasley

CAPITULO V: Sin tocar

I Want to Break Free- Queen

Carina
12 de Agosto de 1995, Grimmuald Place #12

—Parece que vas a vomitar, Potter— comentó viéndolo sobre el borde de mi taza.

—¿No ves que ya ésta lo suficientemente nervioso?— me recrimina Ron.

—Podría estar más— sonrió malévola.

—Carina...— me reprende Sirius.

Solo dos días con su ahijado en casa y ya se volvió una mamá osa.

—Solo digo un hecho... Anda miope, come más que pan tostado o terminarás desmayado frente a tu audiencia.

Le acerco un plato de fruta y él se lo termina comiendo a regañadientes.

—¿Cómo te sientes?— le pregunta el señor Weasley. Harry se encogió de hombros— Pronto abra terminado todo. Dentro de unas horas estarás absuelto.

Potter se mantuvo en silencio.

» La vista se celebrará en el piso donde trabajo, en la oficina de Amelia Bones. Es la jefa del Departamento de Seguridad Mágica, y la encargada de interrogarte.

—Amelia Bones es una buena persona, Harry — afirma mi hermana con seriedad— Es justa y te escuchará.

—Si, Potter. Azkaban ya está muy lleno de familiares nuestros.

Dora me pellizco debajo de la mesa, yo le regreso un codazo ofendida.

Pronto todos continúan dándole palabras de aliento al pobre huérfano, mientras yo prosigo zampándome mi delicioso desayuno.

Al pasar de los minutos puedo sentir una insistente mirada sobre mí.

Resoplo por lo bajo antes de alzar la vista y mirar a Fred frente a mí del otro lado de la mesa.

Tiene una mano hecha un puño y en ella recuesta su mejilla sin apartar sus ojos. Con la otra mano juega con su comida.

—¿Qué me ves?— espeto moviendo los labios para que solo él entienda.

El pelirrojo sonríe ladinamente.

—Tu belleza— musita de la misma forma.

Frunzo mi nariz intentando no sonrojarme.

Nadie parece reparar en nuestro intercambio de palabras no fónicas.

—Acosador.

—Solo tuyo.

No puedo evitar parpadear perpleja.

¿Acaso el cabeza de zanahoria me está coqueteando?

—Tonks— gruñe Ron— Pásame una salchicha.

Sin siquiera girar mi rostro. Tomo una y la lanzó al aire. Creo escuchar a Ronald quejarse porque le ha dado en la cara pero lo ignoro.

Este tipo de juego de miradas no pienso perderlo.

Con gesto aburrido, fingido obviamente, tomo una fresa que esta sobre mis panqueques y le doy un suave mordisco. De una forma un poco... sugerente.