Capítulo XXIX: El camino del caos

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Take On Me- A-ha

Carina
4 de Abril de 1996, Hogwarts

—Por amor a Salazar. Vuelve a presumir tu ridícula insignia y te pateo el trasero, Malfoy— gruñí mientras metía un libro en mi bolso.

Los pasillos estaban aglomerados por la hora del almuerzo.

—¿Celosa, Tonks?— infla el pecho cual pavo real.

Detrás de él Crabbe y Goyle rieron.

—¿De ser uno de los perritos falderos de Umbridge?

—De los privilegios que tiene serlo.

—¿Y de que te sirven los privilegios...?— comienzo con frialdad y un toque de malicia— Si eso provoca que Carolina te deteste.

—Cállate— sisea Draco, pero noto la angustia en su rostro— Es solo un pequeño desacuerdo, no me detesta.

Formó una sonrisita.

—Eso no me dijo a mí.

El pequeño hurón palidece.

—¿Qué te dijo?

—Que te importa. Se hombre y pregúntaselo a ella— chasqueo la lengua.

—A veces puedes llegar a ser tan hija de...— Theo le da un zape interrumpiéndolo.

—Cuidado, Malfoy— le dice casualmente acomodándose la túnica.

—¿Acabas de golpearme, Nott?— dice Draco incrédulo.

—Lo hice por tu bien. Si terminabas esa frase, Carina te mandaba volando a través de todo el castillo— le responde encogiéndose de hombros.

—Correcto— digo con suficiencia.

—¡Podría quitarte puntos!

—Le estarías quitando puntos a tu casa, tarado.

Me encamino hacia el otro extremo del corredor.

» Te veo en un rato, Nott.

—Cuídate— alza una de sus cejas.

Para mi mala suerte, Draco y sus simios me siguen.

Ugh.  ¿Me vio cara de Potter o que?

—Espera— me llama el rubio— ¿Qué fue lo que te dijo?

—No tengo tiempo para esto, Malfoy— ruedo los ojos— Si quieres resolver los problemas con Caro, primero tira esa insignia y después búscala.

Está apunto de replicar pero algo capta su atención.

Por primera vez agradezco su obsesión con el miope.

—Dumbledore no tardará en volver —le aseguraba Ernie Macmillan a Harry— Cuando estábamos en segundo, no consiguieron alejarlo de aquí mucho tiempo, y esta vez tampoco lo conseguirán.

Se inclino un poco más hacía el trío de Gryffindor con actitud confidencial.

» El Fraile Gordo me ha dicho que anoche la profesora Umbridge trató de entrar en el despacho del director después de buscar a Dumbledore por todos los rincones del castillo y los jardines. Pero la gárgola no se apartó de la puerta. El despacho se había cerrado para impedirle la entrada.

Ernie sonrió con suficiencia.

» Por lo visto, le dio un berrinche de miedo.

—Ya, seguro que le habría encantado sentarse en el despacho del director —dijo Hermione con rabia mientras subían la escalera de piedra hacia el vestíbulo— No soporto la prepotencia con que trata a los demás profesores, la muy estúpida, engreída y arrogante...

•kairosclerosis• | fred weasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora