CAPITULO XXIV: Visitas inesperadas

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Another One Bites The Dust- Queen

Carina
06 de Enero de 1996, Grimmuald Place #12

—Hey—entro a la habitación de Potter y el Weasley menor— ¿Alguien a visto a los gemelos?

—No, de seguro andarán experimentando con uno de sus productos— refunfuña en voz baja Granger.

—¿Por qué buscas a mis hermanos?— frunce el ceño Ron.

—Pues para hacer un trío, Ronald.

—¡¿QUÉ?!

Ruedo los ojos.

—Quiero comprarles algunos de sus surtidos salta clases— respondo sentándome junto a Ginny.

Quién no para de ver preocupada hacia la puerta.

» ¿Por qué tienes esa cara, pequeña Weasley?

—Estoy preocupada por Harry— me dice en automático.

Alzo una ceja.

—Mira... yo se que Potter es propenso a ponerse en peligro y muy torpe, pero dudo que le pase algo dentro del cuartel.

—No es ese tipo de preocupación.

—¿Entonces?— ladeo la cabeza.

—Snape está aquí— suelta Hermione nerviosa.

—¿Qué Snape está aq...? ¡¿Snape?!

—Forma parte de la Orden, pero nunca se había presentado y ahora ha llegado demandando ver a Harry— gruñe Ron.

Una sospecha comienza a implantarse en mi cabeza, frunzo mi ceño y cuando un grito proveniente de las escaleras se escucha por toda la casa, se confirman mis suposiciones.

—¡CARINAAAAAAAAAA HE VENIDO A VERTE!

—Caro— exclamo poniéndome de pie.

Salgo disparada en dirección de las escaleras, con los Gryffindor pisándome los talones.

Como los buenos cotillas que son.

A medio camino me topo de frente con mi amiga. Quien me mira entre indignada y radiante.

—¡¿Por qué no me habías contado sobre este lugar?!— exclama dándome una serie de golpecitos en brazo.

Pongo una mueca y le regreso los manotazos.

—No me correspondía divulgar la locación de la Orden— me encojo de hombros.

—Hmmm— resopla— He extrañado tu amargada cara.

—Y yo tu empalagosa presencia.

—¡No soy empalagosa!

—Lo eres cuando está Draquito, son asquerosamente dulces.

—¿Malfoy? ¿dulce?— espeta Ron sarcástico.

Carolina le entrecierra la mirada.

—Mi hombre es un pesado, pero conmigo es un amor— le responde alzando el mentón.

—Pero un pesado a final de cuentas— no puedo evitar señalar.

Terminando con un pellizco de parte de mi amiga.

—Hola, Carolina— la saluda Hermione— Esperamos verte pronto en el ED.

—¡Hola!— la saluda cálida— Yo también espero con ansias la próxima reunión. ¡Extraño mandar a volar por los aires a la gente!

•kairosclerosis• | fred weasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora