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Eran las once y media de la mañana y Jisung iba en el transporte público, encaminado a casa de los hermanos Lee.

Esta mañana al despertar hizo tareas del hogar, claro, después de desayunar como es debido ya que moría de hambre.

Encima Chris le había vuelto a dejar el desayuno listo.

Estaba a una parada, cuando le entró una llamada.

Era Soulgi.

–Hola, Soulgi ya estoy llegando. - Dije nada más contestar.

–Jisung por favor de prisa, ella está aquí reclamando por qué la demandé. Necesito ayuda Sung, no sé cómo echarla sin ser amable. Además, Minho se ha puesto fatal con su presencia, esta asustado y no deja de llorar.

–Cuenta hasta diez, ya casi estoy y no le abras todavía. ¿Okay? - Se escucho un monosílabo de aprobación y Jisung colgó.

Enseguida bajo a la parada correspondiente y salió corriendo lo más rápido que sus piernas le permitieran.

Al llegar subió rápido al ascensor y así como entré, salí, rápidamente. Cuando llegaba a la puerta de los hermanos Lee vi a una chica tocando, o bueno aporreando la puerta.

–Te voy a pedir de buena manera que te vayas ahora, a menos que quieras que llame a la policía. - Hable toscamente y con la voz más grave de lo normal.

–No sé quién eres, pero no tienes nigua derecho de hablarme así. - Esas exigencias hicieron que Jisung perdiera la poca paciencia que tenía.

–Créeme, tengo muchas ganas de arrancarte cabello a cabello desde que se todo lo que le hiciste a mi pequeño así que por favor vete antes de que sea yo el que se meta en problemas.

Jisung la miraba mal mientras se acercaba lentamente a ella.

–Voy a contar hasta cinco y cuando acabe te quiero fuera de aquí, que te quede claro que si me llego a enterar de que volviste no me contendré, te lo juro por Minho.

Estaba a dos centímetros de su cara. Podía oler hasta su alma y olía a tabaco, iugh.

–Uno- Al principio parecía no intimidarla.

–Dos- Jisung saco el teléfono. Para llamar a la policía.

–Tres.

–Cuatro- Empezó a marcar el numero de la policía y se asustó.

–Sois todos unos locos – Dijo para luego irse.

– ¡No te quiero volver a ver por aquí! - Dijo mientras corroboraba que la bruja se marchaba.

Enseguida que desapareció en el ascensor tocó el timbre

– Soulgi, soy yo. Jisung, ya puedes abrir.

La puerta enseguida dejo ver a una chica que se escondía detrás de ella mirando al pasillo para comprobar si ya no estaba su ex mejor amiga.

–Gracias Sunggie- Le abrazó de inmediato. – Prometo que a la próxima llamo yo a la policía, esta mañana fui a tramitar la orden de alejamiento y la demanda. Fui con Minho por qué tenía que testificar así que esto no le ha sentado nada bien. No deja de llorar, no sé qué hacer Sung. – Me agarró del brazo para dirigirme hacia él.

–¿Minnie? -Le llamó.

No hubo respuesta, solo se escucharon sollozos para nada silenciosos, provenientes de la cocina.

Efectivamente. Estaba ahí, metido debajo de la mesa del comedor, envuelto en una mantita y se podía ver hasta como temblaba.

–Minnie soy yo, Sunggie. Ya puedes salir bebe, ella ya no volverá. Te lo prometo.

Little Minho - MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora