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Han Jisung

Estaba tirado en el suelo, abrazando a Minho.

Por mis piernas había un gran rastro de sangre.

Pero al menos ahora no nos habían atado y podía abrazar a Minho.

Le enviaría otro mensaje a Chan hyung, pero los hombres lo encontraron y lo destrozaron. Estaba apagado así que solo me golpearon hasta cansarse.

–¿Papi, te duele? – Me miró Minho asustado.

Era obvio que me dolía, cada rato hacía muecas expresándolo.

–No mucho amor, tranquilo. Descansa un rato, pronto vendrán por nosotros.

Pasaron unos minutos cuando oí un gran estruendo fuera.

Se oían balas. Golpes. Vidrios rotos.

Pronto los ruidos se hacían más cercanos. Deseaba que fuera Chan hyung y no esos señores.

–Mi vida. Ha llegado el momento. Tienes que ser valiente por un rato. ¿Podrías hacerlo bebe? – Él asintió y los dos nos pusimos en la esquina que esconde la puerta al abrirse.

Pronto esta se abrió de golpe.

Bangchan

Dos horas antes

– Ya tenemos que irnos, por favor señores Han quédense tranquilos, traeré a Jisung de vuelta. – Ellos asintieron entre lágrimas.

–Chan Hyung, por favor tráelo de vuelta sano y salvo. Se que actué muy mal con mi hermano y no tengo justificación, pero si le llega a pasar algo yo no me lo perdonaría jamás. – Dijo el llorando a mares.

–Protegeré a Jisung y a Minho, aunque me cueste la vida.

Dicho eso salimos todos y nos subimos en los furgones. Los cuales se pusieron en marcha enseguida rumbo a la dirección que Jisung me envió y que ya conocíamos.

Tardamos unos cuarenta y cinco minutos en llegar a las cercanías del lugar. Ahí se empezaron a desplegar escuadrones en todas las salidas posibles, por si se escapaban.

Los demás seguimos acercándonos más a la casa y nos camuflamos para dejar en claro el plan.

Entramos y poco a poco se irán derribando las capas de seguridad de Nangsu, a la señora la agarra la policía y nosotros entraremos directo a la habitación que nos indicaron en el plano. Donde están Jisung y Minho.

Pero para entrar nos tenían que dar una señal, no podíamos entrar antes por que si no podíamos arruinar el plan.

Ya había pasado media hora de que los policías entraron.

–Inspector, ya nos dieron señal. Tenemos que entrar ya.

–De acuerdo, recuerden las prioridades. Alguien agarra los chicos y luego todos hacemos una capa protectora ya que la señora podría intentar cualquier cosa.

Todos asentimos y nos dirigimos a la entrada del lugar.

Después de varios abatidos y unos cuantos muertos llegamos a un largo pasillo.

Al final de este estaba la habitación en la que estaban. Al lado de la puerta había un policía vigilando la puerta y al vernos llegar se acercó a nosotros.

–Están vivos. Pero... - Agachó un poco la mirada. Y espere lo peor. – Uno de ellos esta gravemente lesionado y podría estar teniendo una hemorragia interna. Lo violaron y golpearon brutalmente. – Dicho esto salí corriendo hacia esa habitación.

Al entrar lo que vi desgarro mi alma entera.

Jisung yacía en el suelo desnudo y abrazando a Minho de manera protectora. Todo lleno de moretones y sangre.

–Jisung. – Susurré horrorizado.

–Hyung. S-Salgamos de aquí por favor. N-No quiero que Minho siga aquí, n-no quiero que le hagan nada.

Me acerqué rápidamente y me quité el chaleco, me quité el hoodie y luego se lo puse. Volví a ponerme el chaleco y le di un abrazo a los dos.

–Minho, peque ¿puedes caminar? – El asintió.

–Muy bien, necesito que te agarres bien fuerte a mi chaleco y no te despegues. Yo llevaré a Jisung en brazos ¿sí? – El volvió a asentir.

Como dije, levante con cuidado a Jisung. Verifique que Minho se agarrará fuerte a mí.

Salimos de la habitación y me metí entre los guardias. Caminamos en bulto hasta la salida y nos dirigimos a los furgones. Subí a Jisung a uno de ellos y lo dejé junto con Minho. Me senté y le avisé al conductor que fuera directo a el hospital. Jisung necesitaba una revisión.

De caminó llamé a Changbin y le dije a donde íbamos, él dijo que se encargaría de lo demás.

Han Jisung

Siento un pitido desde hace rato que me molesta. Es repetitivo, agudo y muy molesto.

Abrí los ojos y lo primero que logré diferenciar fue un techo blanco y unas cortinas azules. Miré a mi derecha y vi una ventana con un sillón al lado y a Chan hyung durmiendo.

Espera. Estoy en un hospital. ¿Qué hago aquí?

Pronto recuerdo empezaron a invadir mi mente. Con ello mis latidos se hacían más frecuentes y mi secuencia cardíaca aumentaba de golpe.

Minho.

Dónde está mi bebe.

–M-Minho. – Tenía la garganta muy seca, la sentía casi áspera.

–¡Jisung! – Se paró rápidamente Chan. – ¿Estás bien? ¿Te duele algo? Espérame. – Se dirigió a la puerta y empezó a gritar. -Doctor, un doctor por favor.

– E-estoy b-bien. – Tosí levemente. - M-Minnie, ¿donde?

Entonces un hombre vestido de bata entró. El doctor.

–Paciente Han, un gusto poder saludarlo al fin. – Me dijo amablemente.

–I-Igualmente. – Respondí.

–Seguro tiene la garganta seca, beba agua por favor. Podrá hablar mejor luego.

Dicho eso, Chan hyung me pasó una botellita de agua enseguida. La cual bebí gustoso.

–¿Mejor? – Asentí. – Bueno vamos a hacer un chequeo. Revisaremos más que nada por si hay daños que no percibimos con los escáneres y los exámenes que hicimos cuando llegó.

Después de varios minutos de chequeo y algunos quejidos de mi parte, el doctor se fue.

–Me alegra tanto ver que ya estas bien, tuve mucho miedo Sunggie. – Dijo Chan abrazándome suavecito.

–Estoy genial hyung. – Sonreí. – Pero estaré mejor cuando sepa dónde está mi pequeño.

Chan se rio y se encaminó a la salida de la habitación. Unos minutos después entró mi niño corriendo hacia mí con una gran sonrisa y lágrimas de felicidad.

Little Minho - MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora