Little Minho - Minsung

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Habían pasado seis días desde el incidente.

Seis días llenos de estrés y pequeños ataques de ansiedad. Que, si no fuera por Minho, Jisung no hubiera podido calmar.

Minho parece haber olvidado ese día lleno de sufrimiento. Parecía tener una laguna mental sobre el tema. Soulgi, junto con Jisung decidieron que era mejor así, era suficiente con su declaración y la del policía encubierto para hundir a todos esos criminales.

Se había vuelto innombrable ese día, delante de Minho claro está. No querían que hablar del tema se volviera un disparador para hacer que su memoria revelara lo que había decidido olvidar por su propio bien.

Jisung solo hablaba sobre ello en las infinitas interrogaciones y en los Juzgados. A los que claramente Minho no iba.

–Jisung, hoy es el juicio final. ¿Con quién dejamos a Minho? – Preguntó Soulgi.

–Podeos dejarlo con mi mamá, dijo no le importaba. Además, a Minho le encanta hacer cheesecake con ella. – Ella asintió.

–Bien, entonces lo pasamos a dejar allá. Ves a avisarle por favor. – Dijo mientras recogía los platos y utensilios de la mesa.

Jisung se dirigió al cuarto de Minho.

Que es el que había limpiado el para quedarse aquella semana que Chan fue a Busan. Lo acomodaron al gusto de Minho y ahí duerme, dejándole un poco más de privacidad y espacio a Soulgi. Lo cual agradecía.

–Bebe, vamos te iré a dejar con mi mamá un par de horas, tengo que ir a comprar muchas cosas hoy y te cansarás si vas conmigo. Además, nani dijo que tenía muchas ganas de hacer cheesecake contigo. – El inmediatamente se levantó del suelo, recogió un poco sus juguetes y se puso un jersey.

Al revés, pero la intención es lo que cuenta.

- Ya estoy listo papi. – Dijo saliendo de su habitación. Seguramente ira a la entrada a ponerse los zapatos.

Cuando fue hacía la sala lo vio, efectivamente ya se los estaba poniendo.

- Soulgi, Minho ya está listo. ¿Vamos? – Ella asintió.

Salieron del edificio y se dirigieron al coche de Soulgi. Fueron a dejar a Minho con la madre de Jisung y partieron enseguida al juzgado.

Al llegar Jisung empezó a temblar, pero no pasó mucho tiempo cuando sintió una mano agarrar la suya.

- Todo estará bien bonito, ellos pagarán por todo sin duda alguna. Después de hoy no los volverás a ver más. – Dijo Changbin a su lado y con una sonrisa muy brillante.

Después de eso, entraron decididos. Horas después salieron felices y relajados.

Todo había salido bien.

Cadena perpetua, sin derecho a negociación ni reducción. Morirían allí adentro.

Jisung se sentía tan relajado que ya no le importaba todo el infierno que tuvo que pasar, ahora todo estaría bien. Nadie le volvería a intentar hacer daño a Minho.

Con todos sus amigos decidieron ir a celebrar a casa de sus padres, harían carne asada y pasarían un buen rato todos.

Le avisó a su madre de que iban, la cual inmediatamente empezó a dar gritos a su padre que fuera a por tres quilos de carne para asar.

Al llegar a casa de su madre lo primero que hizo fue abrazar fuertemente a Minho.

–¡Papi! – Corrió para abrazarlo también. – Te extrañe mucho. Mira, prueba el cheesecake que hemos hecho. – Dijo señalando la mesa donde estaba una porción que el estaba comiendo hace unos segundos.

–Esta delicioso mi amor. – Le dijo este después de comer una cucharada.

Pasaron la tarde contando anécdotas, jugando a la pelota y comiendo mucha comida.

* 1 mes después *

–Minnie, no te enojes ¿sí? Fue sin querer, no quería romper el brazito de Ody. – Dijo Jisung con carita triste.

–Te perdono. ¡Pero eso no arregla el brazito roto de Ody! – Dijo ahora con un pucherito.

–Ya sé, lo curaré con una operación de emergencia. – El menor lo miró esperanzado.

–¿Puedes papi? – Jisung asintió.

–Espérame aquí, vuelvo cuando acabe. – Le puso la televisión para que se ddistrajera.

Así Jisung se fue a buscar tutoriales de como volver a pegar el brazo de Ody a su cuerpito de conejo relleno de lana.

Media hora después, volvió con Ody en brazos y un par de curitas en sus dedos. Su especialidad definitivamente no era la costura.

–¡Papi has arreglado a Ody! – Dijo dando saltitos de alegría.

–Claro que si bebe. Por ti me vuelvo hasta cirujano si hace falta. – Dijo mirándolo enternecido ante la imagen de Minho abrazando a Ody y mirándolo a él con admiración.

–Gracias papi. Te quiero mucho. – Dijo dándole un abrazo y un piquito.

A Minho solo le hacía falta su hermana y su papi para ser feliz.

A Jisung solo le hacía falta ver a su pequeño Minho feliz, para ser feliz.

Fin.