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Unos años atrás...

–Minho, vete a tu cuarto. – Le gritó su hermana.

–Tu no lo mandas, ese marica está a mi cargo y yo haré lo que se me dé la gana con él. – Dijo su madre fríamente.

–Minho, vete a tu cuarto. ¡Ya!

Soulgi no quería gritarle, le dolía hacerlo. Pero definitivamente le dolía más ver como su madre golpeaba a su hermano.

Todo empezó hace 3 meses.

La señora Lee venía llegando del trabajo y al entrar a la casa se encontró con su hijo de 11 años dándole un piquito a su amigo.

Tan pronto lo vio se acercó a separarlos y a correr al niño de la casa.

A Minho le toco la peor parte, ya que, desde ese día su madre empezó a golpearlo y maltratarlo con la excusa de que era un marica.

Empezó a trabajar hasta tarde y si llegaba y veía a Minho en la sala lo golpeaba, ya que lo mantenía encerrado en su habitación. Para él estaba terminantemente prohibido estar en el salón.

También lo saco de la escuela.

Básicamente lo encerró en cuatro paredes como castigo, por marica, según ella.

Minho era tan solo un niño, entrando en la adolescencia, sentía necesidad de probar cosas nuevas y Seungmin parecía llamarle la atención. Los dos prometieron que ese piquito no iba afectar su relación amistosa, pero al parecer su madre no pensaba lo mismo.

Al mes Minho ya no salía de su habitación.

Se la pasaba allí todo el tiempo y no comía más que lo que Soulgi a escondidas le llevaba.

Hasta que llego el día en el que la mayor decidió enfrentar a su madre por el bien de los dos, pero, más por el de Minho. A este paso acabaría muriendo de desnutrición y Soulgi no estaba dispuesta a ver como su hermano moría.

Ese día Soulgi escondió una cámara en la sala, era donde normalmente la madre solía golpear a Minho si lo veía.

Con todo el dolor de su pecho le mintió a Minho, le dijo que su madre no llegaba hasta la noche y que saliera a comer y ver un poco la tele.

Minho no objeto, en realidad, no decía ni palabra.

Había dejado de hablar a la semana de ser encerrado en su habitación. Mentiría si dijera que no había pensado en suicidarse, pero no se atrevía a hacerle eso a su hermana.

Minho yacía en la sala, sentado en una esquina de la mesa mirando sus pies.

Soulgi estaba nerviosa, quedaba poco para que volviera su madre. Se sentía culpable.

Por alguna razón Minho se levantó de donde estaba sentado y se dirigió a la cocina donde estaba su hermana.

Le agarró una manga y la estiró, al tener la atención de su hermana le señalo las escaleras, quería ir a su habitación. Tenía miedo de que apareciera su madre y lo viera ahí. No quería más golpes. Realmente le dolía y no físicamente hablando, que también, pero el dolía el corazón. Se sentía mal por hacer que su madre lo odiara.

–Espera un momentito ¿Sí? Ya casi esta tu comida, enseguida te la sirvo y te vas con ella a tu cuarto, si quieres. – Minho asintió suavecito, seguía teniendo miedo.

De repente la cerradura de la puerta principal sonó. Mama ya había llegado.

Minho se congeló en su sitio, esperando que su madre no viniera a la cocina, para irse a escondidas a su habitación y cerrar con pestillo.

–¿Soulgi? – Preguntó la madre por ella, le señalo a Minho que se escondiera detrás de la puerta.

–En la cocina mama, ya está la cena, estoy sirviendo.

–Esta bien, iré a bañarme ahora vuelvo. – Se escucharon pasos y luego pisadas en las escaleras. Soulgi le hizo una señal de espera, salió de la cocina y diviso si ya había acabado de subir.

Si, había subido. Tendría que grabar pruebas otro día, ahora escondería a Minho.

Le dijo con señas a Minho que saliera de la cocina, iban caminando silenciosamente por la sala hasta que de repente la madre de Minho apareció en la parte final de las escaleras.

Minho se encogió, sabía lo que venía. Así que simplemente se dedicó a mirar abajo.

Soulgi se arrepintió y se puso delante de Minho.

–Engendro ¿no te tengo dicho que no salgas de tu guarida? – Lo miro con rabia y asco. – Y tú, Soulgi que mierda haces cubriéndolo. Te he dicho que no lo solapes, tiene que aprender, a ver si así se le quita lo marica. – Dijo bajando las escaleras suavemente. – ¡Apártate.! – Miro a su hija, con rabia. – Dije que te apartes. Mocosa desobediente. – Empujo a Soulgi y esta inevitablemente cayó al suelo bruscamente.

–¡Mamá no!

Esta vez la señora Lee cruzó los límites. Había golpeado a Minho con una lámpara de porcelana, el pequeño niño cayó al suelo inconsciente. Y por si fuera poco le empezó a dar patadas a lo bruto.

Soulgi como pudo se movió rápido y la separo de Minho. Agarró al niño en sus brazos y llorando le grito a su madre.

–¡Eres un maldito monstruo!

En ese momento, Soulgi perdió la poca esperanza que le quedaba de que su madre cambiara de parecer y reaccione. Ese día también Soulgi desconoció a su madre como tal, para ella y para Minho ahora era una desconocida.

–Minho, bebe, aguanta por favor. - Dejo al menor tumbado en el suelo y salió corriendo a pedir ayuda.

Llamó a una ambulancia y saco el niño con delicadeza a la entrada de la casa.

El pequeño estuvo dos semanas en coma. El décimo cuarto día por la noche, el menor de los Lee abrió los ojitos pidiendo por su hermana como un bebe.

Ahí fue donde Minho empezó el ageplay. Ahí fue donde Minho bebe volvió.

Fue un nuevo comienzo, o así lo denomina Soulgi. Ya que cuando Minho entro al ageplay olvidó completamente el tema de su madre, los golpes, los gritos, los insultos... Todo.

Soulgi lo notó cuando un día Minho entre balbuceos le pregunto.

–Titi, ¿one mami? – Minho reconocía a su madre, solo había olvidado la parte traumática. Soulgi supuso que era un mecanismo de defensa de su cerebro y lo agradecía.

Así que, aunque no le gustaba mentirle, lo hizo.

Le dijo que su madre se había ido. No que había muerto, pero que los había dejado.

Era cruel, pero si le decía que había muerto y un día se la encontraban Minho la odiaría. Aunque su argumento no era del todo fallido. Después de ese trágico día Soulgi al volver a casa se dio cuenta de que su madre había huido.

Así fue como una Soulgi de diecisiete años y un Minho de once, casi doce años, se tuvieron que ir a vivir con un hermano de su padre.

Su padre había muerto cuando Soulgi apenas tenía dos años y su mama no tenía familiares cercanos que se hiciera cargo de la custodia.

Su tío, era una gran persona y comprendía perfectamente como los chicos se sentía. Lamentablemente murió de cáncer poco tiempo después de que Soulgi cumpliera la mayoría de edad.

Les dejo bastante dinero, el suficiente para sobrevivir mientras Soulgi conseguía un trabajo fijo. Y lo logró en menos tiempo de pensado, así que ese dinero lo ahorraba, por si lo tenían que usar de emergencia.

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Como os habréis podido dar cuenta este capítulo es de explicación del pasado de los hermanos Lee. Espero que os esté gustando tanto como a mí. Y prometo ya no engañaros, sé que dije que subiría cada cierto día, pero se me hace imposible. Escribo cuando me vienen ideas y tengo inspiración y ese es muy aleatorio. Así que si, subiré capitulo cada que tenga varios listos. Y también estoy corrigiendo los primeros capítulos, pero bien, ya que corrijo de pena. Hshshs

Gracias por leer y votar, los quiero mucho. Besitos en el anastasio <3

Little Minho - MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora