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Al día siguiente...

–Señora Lee, ya salió la chica. Tenemos media hora antes de que venga uno de sus amigos. – Avisó por el walkie Nangsu.

–Okay, ya empiecen. ¿Dónde está la furgoneta con los hombres?

–A dos cuadras, vendrán cuando les demos la señal en menos de treinta segundos.

–Entonces empieza el plan en este momento. Estaré vigilando. Cambio y fuera. – Dijo ella con unos prismáticos en la mano.

Han Jisung

Estaba desayunando con Minho tranquilo hasta que oigo mi celular sonar.

–¿Hola?

–¿Sunggie? Bonito, no quiero llegar sin avisar. Estoy yendo a acompañarte ¿quieres que traiga algo de comer o para cocinar? – Reconocí la voz de Changbin hyung al instante.

–Oh hyung, no hacía falta. Estamos bien, pero si quiere venir no se lo niego. Y no traiga nada, sería demasiada molestia. Aquí lo esperamos. – Sonreí aun sabiendo que no lo veía. Minho me miró con el ceño fruncido y solo reí.

–Está bien, estaré ahí en quince minutos. – Dijo y colgó.

–Papi ¿porque siempre tienes a chicos bonitos persiguiéndote? No me agrada nada, roban toda tu atención de mí. – Hizo berrinche y se cruzó de brazos haciendo notar que estaba enojado. Era tan tierno.

–¿Sabes una cosa bebe?

El negó, aun con sus brazos cruzados y se giró a verme.

–No importa cuantos amigos o chicos tenga persiguiéndome, tú eres el único en mi corazoncito. Te amo mucho ¿sí? No lo olvides nunca, daría mi vida por ti sin dudarlo. Te cuidaré siempre y no dejaré que nadie te vuelva a hacer daño.

–Yo también te quiero mucho papi. Eres el mejor de todos. ¿Me das besitos hasta que el molesto hyung llegue? – Dijo Minho haciendo aegyo.

Como negarme si me lo pedía así.

–Claro que sí, ven aquí. – Dije y le agarré los cachecitos para llenarle la cara de besitos.

Pero toda diversión se vio interrumpida cuando la alarma de incendios sonó.

No sabía si era un simulacro o era real pero no me importa. Agarré una chaqueta para Minho y le agarré la mano a él. Cogí las llaves de la casa y también mi móvil.

Bajé corriendo con Minho en brazos por las escaleras de incendios y vi a toda la gente del edificio ahí también.

Al llegar todos abajo preguntamos si había algún herido y pasaron lista de los pisos para ver si estábamos todos.

–Piso 4 C. – Ese era el nuestro.

–Aquí. – Dije yo levantando la mano. – No había nadie más conmigo.

–Okay. – Y siguió con la lista.

Al acabar pudimos concretar que estaban todos presentes, menos algunos pisos que no había nadie.

–¿Alguien sabe de dónde provenía el fuego? – Preguntó el presidente del vecindario.

–Yo vi el humo proveniente de la zona del conserje. – Dijo una chica joven.

–¿Alguien llamo ya a los bomberos?

– Yo llamé cuando venía bajando las escaleras. – Respondió una señora.

Mientras resolvían y venían los bomberos decidí llamar a Changbin hyung así que me alejé un poco, con Minho agarrado de la mano.

Beep

Beep

–¿Sunggie? Ya llego tranquilo estoy a unas cuadras.

- Está bien hyung, tendremos que ir a su casa o algún otro lugar. Al parecer a habido un mini incendio en el piso, estamos todos afuera esperando los bomberos.

–¿qUE? ¿Están bien? ¿Se hicieron daño? Espérame ahí, estoy en unos segundos. – Dijo y colgó.

Narrador omnisciente

Jisung se disponía a alzar a Minho para acercarse a la multitud, pero unas manos agarrando sus brazos y tapándole la boca con un trapo húmedo no le dejaron.

Trató de gritar, pero sus ojos pesaban y se sentía mareado.

Con las ultimas fuerzas que le quedaban busco con la mirada a Minho.

Su sangre hervía en rabia, unos hombres le habían hecho lo mismo y ya estaba dormido en brazos de este mientras lo subían a una camioneta.

Lo que nadie sabía, y para mala suerte de esos criminales, es que si había cámaras apuntándolos.

Además, el hyung por el que esperaba Jisung lo había presenciado todo y no podía estar más cabreado y angustiado a la vez. No muchos sabían, pero Changbin era hijo de una familia muy rica en Corea. Y esta vez no dudaba en que usaría el dinero que su padre le ingresa cada mes. Acabaría con cada persona que planeo este maldito secuestro, cueste lo que le cueste. 

Little Minho - MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora