|4| Algo importante

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Habían pasado un par de semanas desde que Pol inició su semestre. La relación con Rai se había enfriado un poco, ya que el rubio se esforzaba en mantenerse apartado y cada vez pasaba más tiempo con Axel en la obra.

El hombre mostraba interés en el chico, y eso Pol podía notarlo. Le gustaba sentirse deseado y más cuando se trataba de alguien mayor.

Sus amigos, Oti y Biel, habían notado que Pol ya no pasaba tanto tiempo como antes con ellos. Solían quedar a tomar unos tragos en algún bar o en la biblioteca para estudiar por las tardes, pero a pesar de que Pol decía que ahí estaría, luego no aparecía.

Durante las clases, sin embargo, Pol era uno de los alumnos más destacados. Siempre realizaba algún aporte, alguna observación o planteaba alguna duda. Su mentora, María Bolaño, se encontraba conforme con sus avances académicos. Claro que esto ella no lo exteriorizaba.

—¿Qué les parece juntarnos a estudiar después de clase? —propuso Biel cuando se encontraban reunidos en el patio en un descanso.

Oti y Rai se mostraron de acuerdo, ambos sentados cerca del chico. A unos pocos metros de distancia, Pol se encontraba apoyado contra un árbol, fumando.

—Vale.

—¿Iras? —le preguntó Rai, a pesar de haber escuchado su respuesta.

—He dicho que si.

—Vale, no te molestes Pol, pero últimamente dices que si a muchas cosas y haces pocas —le dijo Oti. Los demás asintieron de acuerdo con la chica.

—He estado algo ocupado este último tiempo, es todo. Pero iré —le respondió el rubio algo más calmado luego de dar una calada a su cigarro. Debía reconocer que se estaba aislando un poco.

—Ocupado viendo al tío de la obra trabajar —murmuró el pelinegro lo suficientemente alto como para que todos escucharan.

—¿Qué insinuas? —se molestó Pol. Realmente no esperaba que se hubieran dado cuenta de dónde era que pasaba tanto tiempo. A lo mejor Rai lo había estado observando.

—¿Qué tío? —preguntó Biel sin entender nada.

—Nadie —contestó el rubio molesto, su mirada fija en Rai. El pelinegro le devolvía la mirada. Permanecieron en silencio el tiempo suficiente para que sea incómodo.

—¿Qué les parece ir tirando a clase, eh chicos? —preguntó la pelinegra poniéndose en pie. Había notado que las cosas entre ambos chicos estaban mal, y ella no quería seguir siendo testigo de aquello —. Así nos aseguramos buenos asientos, que el profe de Antropología Filosófica habla bajo y si nos sentamos atrás no escucharemos nada.

De camino al aula, a Pol le llegó un mensaje. Le llamó la atención que fuera de Efra, el chico con el que había trabajado meses atrás en el supermercado.

—¿Me guardan un asiento? Debo atender esto —pidió Pol. Biel asintió mientras entraba al aula, seguido de la chica. Rai le dedicó una mirada más antes de unirse a los otros dos.

El rubio abrió el whatsapp, en el chat se leía "Hola Pol. Se que ha pasado un tiempo, pero necesito hablarte de algo importante ¿te viene bien juntarnos en estos días?"

Al chico no se le ocurría una razón por la que Efra le escribiera. Habían acabado en buenos términos luego de enrollarse, pero no es como si hubieran mantenido el contacto luego de eso. Aparte estaba la mención de ese algo importante del que quería hablarle...

Le contestó al chico luego de pensarlo unos segundos. Quedaron después de clases en un bar que quedaba cerca de su facultad. Cuanto antes supiera de que se trataba eso de lo que necesitaba hablarle, mejor.

Guardó su celular tras recibir la confirmación de Efra y entró en clases. Estuvo toda la hora desconcentrado, su mente daba vueltas sobre el mensaje recibido. A la cabeza le venían posibilidades cada vez más improbables y la necesidad de saber se hacía aún mayor.

Tras acabar la clase, los cuatro chicos salieron del aula. Mientras Oti, Biel y Rai se dirigían a la biblioteca, Pol dobló hacia la salida llamando la atención de los otros tres.

—¿No íbamos a estudiar? —preguntó Biel, confundido.

A Pol se le había olvidado que habían quedado cuando quedó con Efra. Ya no le podía cancelar al chico.

—Me ha surgido algo importante, empiecen sin mí y si me desocupo temprano vendré.

Los tres lo observaron dudosos, no creían que viniera más tarde. Pol se sentía algo incómodo, pero tampoco les iba a contar que era tan importante cuando ni el mismo lo sabía.

—Que sorpresa —murmuró el pelinegro y volvió a caminar en dirección a la biblioteca.

El rubio dejó pasar el comentario, luego de observarlo mal durante un momento, y se despidió con la mano de los otros dos chicos. Emprendió su camino hacia el bar.

Al entrar se encontró a Efra ya sentado en una mesa, parecía nervioso. Se acercó a él.

—¿Has esperando mucho? He venido apenas saliendo de clases —le preguntó mientras se sentaba.

—No, que va, recién llego. Así que estudias...

—Filosofía.

—Filosofía, que guay. ¿Y te va bien?

—Muy bien, si. Voy aprobando todo. Espero algún día llegar a ser profe —contestó Pol con tono esperanzador y vio que Efra bajaba la mirada —. Pero ey, dijiste que tenías algo importante que decirme.

—Soy seropositivo.

La cara de Pol cambió, su sonrisa esperanzada desapareció y se quedó observando a Efra. Ninguno decía nada. Finalmente el rubio bajó la mirada.

—¿Tie-tienes...?

—El VIH, si. Lo supe hace medio año, más o menos.

—¿Pero estás bien?

—Si, estoy en tratamiento —Efra lo miró durante unos segundos antes de volver a hablar —. Quizás... deberías hacerte la prueba.

—Pero, a ver ¿desde hace cuánto dices que lo tienes? —preguntó Pol, nervioso.

—Cuando estuvimos juntos no lo sabía, lo juro.

—Pero... es que yo siempre follo con condón —insistió Pol.

—Conmigo no.

—Ya, pero sería mala suerte. Además, yo me encuentro bien... o sea, no he notado nada...

—Yo me encontraba bien. Deberías hacerte la prueba —insistió Efra —, al menos para descartarlo.

—Estoy bien, no tengo nada —sentenció Pol agarrando su mochila y poniéndose en pie.

Al salir del bar, aún escuchaba a Efra llamarlo.

🍒

¡Hola!

Actualicé antes de los esperado, pero es que este capítulo tiene partes de la serie, como se habrán dado cuenta los que vieron el primer capítulo de MSA.

Algo importante le fue revelado a Pol ¿y ahora qué hará nuestro rubio? ¿Ustedes que piensan?

Estoy muy feliz por el apoyo que está recibiendo esta historia, ya saben que me encanta que voten/comenten/opinen/sugieran ❤

Yo no soy MerlíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora