El viernes finalmente había llegado. Samuel aprobó el examen que tuvo esa misma tarde, por lo que la salida que tenían planeada sería una celebración.
Bruno había estado esperando ansioso esa noche, era la primera salida que tenían a solas con el moreno, ya que casi siempre los acompañaba algún amigo de ellos. Claro que esa noche iban a ver a Ángel, por lo que tampoco estarían solos pero aún así habían decidido ir juntos. Eso era lo que contaba para el pelinegro.
Sin embargo la noche se arruinó antes de empezar. Mientras ambos chicos iban hablando por las calles de camino al bar, Bruno recibió una llamada.
Lo que menos se esperó al contestar fue que le dijeran que le hablaban desde el hospital. Al parecer, su abuela se había caído del escenario y golpeado fuertemente. Él era su contacto de emergencia.
Samuel, que se había mantenido cerca pero a cierta distancia para darle privacidad en la llamada, se acercó al ver al pelinegro guardar su celular en el bolsillo con cierto temblor en la mano.
—¿Estas bien? —le preguntó una vez estuvo a su lado.
—Es mi yaya —contestó Bruno sin mirarlo, luego tomó aire y levantó la vista —, me han llamado del hospital. La han ingresado porque se ha caído del escenario. No me han dado más detalles.
—Tranquilo, a lo mejor no es nada —contestó Samuel mientras le daba un ligero apretón en el brazo.
—Lamento que se arruine así la noche, de verdad que tengo que ir a verla...
—No te preocupes, te acompaño.
—Aún puedes ir al Satanassa, Ángel estará ahí.
—Prefiero ir contigo —le dijo el moreno, luego de una pausa agregó: —. A menos que no quieras, claro. Quizá quieres estar solo y eso también está bien.
—Me gustaría que me acompañes, es solo que me sabe mal arruinar así la noche —le confesó Bruno, el moreno lo tomó del brazo y lo instó a caminar en dirección al hospital —, se supone que celebraríamos que aprobaste el exámen.
—No es nada Bruno, de verdad. Quiero acompañarte. De hecho, así tenemos la excusa de la cita arruinada para repetirla —le guiñó el ojo y el pelinegro logró sonreír. Samuel se sintió bien al ver aquel gesto, ya que el chico (aunque no lo admitiera) estaba muy preocupado por su abuela.
Llegaron al hospital unos minutos más tarde, ya que quedaba cerca de donde se encontraban. Samuel soltó el brazo de Bruno, por primera vez en todo el camino, para que se dirija a la mesa de entrada a preguntar sobre su abuela.
El moreno aprovechó de llamar a Ángel y avisarle que no irían. Le aseguró que acompañaría a Bruno para que no se preocupe.
Al parecer, el golpe había sido más fuerte de lo que pensaron en un principio y habían llevado a la Calduch a una operación de emergencia.
Ambos chicos estaban sentados en la sala de espera, en silencio. Bruno no paraba de mover su pie, sin darse cuenta de aquella acción.
Samuel tomó la mano derecha del pelinegro y le dio un ligero apretón. Bruno le devolvió el gesto y soltó un suspiro cansado.
—No te gustan los hospitales —mencionó el moreno, intentando distraer un poco a Bruno de sus pensamientos.
—Antes no era así, me daban igual —comentó el pelinegro mientras se enderezaba un poco en su asiento para verlo mejor —. Pero en segundo de bachillerato un colega tuvo un coma etílico y le tuvieron que hacer un lavado de estómago.
—¿Salió todo bien?
—Si, por suerte si. Pero eso no quitaba la culpa de todos mis compañeros por haberlo visto tan mal y no hacer nada al respecto... además, mi padre...
—Ya —Bruno ya le había contado que su padre había muerto hacia poco menos de un año. Permaneció en silencio, esperando que el pelinegro hablara si eso era lo que quería.
—Fue tan repentino todo... me refiero a que sólo habían pasado unos días desde que volví de Roma... y una vez me enteré lo del derrame y llegué al hospital fue cuestión de pocas horas que lo declararan muerto —habló el pelinegro en voz baja, pero lo suficiente para ser escuchado por el otro. Giró la cabeza en su dirección y Samuel observó que estaba llorando —. No pude despedirme.
El moreno comprendió el verdadero miedo de Bruno estando en esa sala de espera: no poder despedirse de su abuela. Por lo que sabía, ella había sido su única familia en Barcelona (además de su padre) hasta que nació Merlina.
Samuel notó una opresión en el pecho al ver a Bruno así. Sintió la necesidad de protegerlo de todo ese dolor.
—Eso no pasará esta vez, Bruno. Tu abuela logrará salir adelante, ya verás.
El moreno, aún sosteniendo la mano de Bruno, dirigió su mano libre hacia la cara del pelinegro y con el dedo pulgar comenzó a limpiar sus lágrimas con cariño. Cuando hubo acabado mantuvo la mano en la mejilla del chico, dejando pequeñas caricias.
Bruno cerró los ojos, dejándose llevar por el ligero toque. Un hormigueo seguía el camino de las caricias de Samuel. Lo que sintió luego fue un ligero toque en sus labios, el moreno lo estaba besando.
Abrió los ojos cuando se separaron. El corazón le latía rápidamente. Se quedaron observándose en silencio un momento, pero de inmediato una voz los sacó de sus pensamientos.
—¿Algún familiar de Carmina Calduch?
—Soy su nieto —dijo Bruno, poniéndose en pie y dirigiéndose al médico con prisa —, ¿ella se encuentra bien? ¿Qué...?
—La operación ha salido bien, pero tu abuela debe permanecer unos días en revisión en el hospital...
El doctor siguió dando indicaciones sobre la medicación y reposo que debía seguir su yaya, pero Bruno se sentía tan aliviado que no prestaba realmente atención. Samuel, sin embargo, se encontraba a su lado escuchando al hombre con atención mientras mantenía una mano en su hombro.
—¿Está consciente? ¿Puede recibir visitas? —quiso saber el pequeño Bergeron.
—El efecto de la anestesia durará unas horas, pero si quieren pueden ingresar a verla.
Bruno giró a ver al moreno a su lado.
—Vamos a que conozcas a la gran Carmina Calduch.
🍒
¡Hola!
Volvemos a la perspectiva de Bruno, el encuentro estuvo cerca.. pero no, lo siento (o no) jajaja.
Quería aprovechar de agradecerles a todos por los votos y comentarios, ¡la historia ya llegó a 1k de leídos! Soy muy feliz ❤
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Yo no soy Merlí
Fanfiction"Yo nunca he estado enamorado de ti" le dijo, y no pensó en la fuerza de sus palabras ni las consecuencias que traerían a su futuro. • Fanfic Brunol • Ubicado temporalmente al final de la primer temporada de Merlí Sapere Aude