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La primera ola de nieve cayó sobre Yejing a principios del invierno del tercer año de Yuanxi. Las motas de blanco eran como plumas que flotaban en el suelo, cubriendo las gotas de sangre. Un carruaje bajó a toda velocidad por la calle con urgencia, perturbando la nieve que descansaba.
En la silenciosa calle, el rugido de un hombre despertó a la adormecida ciudad.
―¡Más rápido! ¡Vaya más rápido!
Los ojos de Xiao Zhige estaban rojos mientras abrazaba a una persona débil en sus brazos. Calmó su voz y dijo: ―No tengas miedo, te llevaré de regreso al palacio. Va a estar bien... ―La voz del hombre se redujo a un suave susurro por temor a alarmar a la persona en su abrazo.
Y la persona que tenía en sus brazos era un hombre apuesto vestido con una túnica dorada y una corona de jade blanco adornada en el pelo. Tenía largas cejas y ojos de fénix. Su nariz se arqueaba como una montaña y sus labios eran húmedos y rosados. Había un pequeño lunar de lágrima bajo la esquina izquierda de su ojo, lo que añadía un toque de dulzura a su ya deslumbrante rostro. Si no estuviera en un estado debilitado y tuviera sangre goteando de su boca, el hombre habría atraído a muchos corazones.
―Su Majestad...
Las largas pestañas temblaron cuando An Chang Qing luchó por abrir los ojos y separó los labios para hablar. La primera imagen que vio fue la mirada asustada de Xiao Zhige.
Estaba un poco confundido. Han estado casados durante diez años, pero no tenían intimidad. En ese entonces, Xiao Zhige no pidió su consentimiento antes de solicitar su matrimonio a la emperatriz viuda. An Chang Qing se había llenado de miedo y desgana hacia Xiao Zhige y, por lo tanto, siempre habían estado separados el uno del otro.
Xiao Zhige vio a través de su falta de voluntad y tampoco lo obligó. Los dos habían vivido sus vidas separadas en la Mansión Wang a lo largo de los años. Más tarde, cuando Xiao Zhige ascendió al trono, cambiaron de residencia, pero aun así vivieron sus vidas separadas.
Siendo así de íntimo, era la primera vez. Aunque no estaban cerca, An Chang Qing podía decir que la ansiedad en los ojos de Xiao Zhige era sincera. Pensó para sí mismo, esos rumores de afuera, no eran todos ciertos.
―Chang Qing ... ―Xiao Zhige lo miró a los ojos, su voz temblaba, ―¿Te duele?
An Chang Qing quería negar con la cabeza, pero de repente su interior estalló de dolor como si alguien hubiera apuñalado y torcido el cuchillo profundamente en sus órganos.
―Duele ... ―An Chang Qing se retorció de dolor. Apretó los dientes, pero seguía saliendo más sangre.
Xiao Zhige lo abrazó con más fuerza. Quería ayudarlo, pero no había nada que pudiera hacer. Acarició su cabello y suavemente lo consoló una y otra vez, ―Ya casi llegamos, ya casi llegamos ...
El sonido de los rápidos caballos atravesó las puertas del palacio y se dirigió directamente al Palacio Qiwu.
Más de diez médicos imperiales se habían arrodillado fuera del salón. Xiao Zhige llevó al hombre en sus brazos adentro y lo colocó con cuidado en la cama. Los médicos imperiales no se atrevieron a emitir ningún sonido. Solo podían turnarse para controlar su pulso.
An Chang Qing tenía los ojos cerrados. El sudor le corría por la frente y la sangre que brotaba de su boca no podía limpiarse con un solo pañuelo, gradualmente tiñía su ropa de rojo.
Los médicos imperiales terminaron su examen y se miraron. Finalmente, todos se arrodillaron y un médico de cabello blanco habló en nombre del grupo con voz temblorosa: ―¡Su Majestad, perdone nuestra incompetencia!
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Fritillaria - Majestad
RomanceAn Chang Qing temía a su esposo, el Señor de la Guerra del Norte que se rumoreaba que era temperamental y violento. Solo hasta su muerte supo que el hombre le había dado toda su ternura.﹝🍑﹞ ═════════════════════━━ ❝✺❞ ᴸᵃ ᵃᵐᵃᵈᵃ ᵉᵐᵖᵉʳᵃᵗʳⁱᶻ ᵈᵉˡ ᵗⁱʳᵃⁿᵒ...