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Cuando Xiao Zhige y An Chang Qing regresaron a la Mansión del General, Zhou He Lan había conseguido invitar a un artesano.
Yanzhou no era una tierra próspera. Incluso los ricos llevaban una vida frugal. Por ello, sólo había dos joyerías y sus productos eran en su mayoría de oro y plata con pequeñas piezas de jade incrustadas para el diseño.
Después de preguntar uno por uno, Zhou He Lan pudo encontrar un viejo artesano con habilidades decentes para traerlo.
El viejo artesano se tomó un largo tiempo para estudiar cuidadosamente las piedras de esmeralda y concluyó: ―No hay error, esto es jade. Pero algunas son de un color puro y translúcido mientras que el resto son de baja calidad, estas no se pueden vender por mucho.
Luego separó la docena de piedras en dos montones; el más grande era el jade de calidad inferior y el otro consistía en jade de grado imperial claro y sin defectos. Pero aun así, las pocas piezas de piedras preciosas podían venderse por sumas lucrativas en Yejing.
La mente empresarial de Zhou He Lan, que siempre había estado tranquila, empezaba a emocionarse.
Para cuando An Chang Qing y Xiao Zhige regresaron, Zhou He Lan había preparado un lugar para el descanso del viejo artesano. Al verlos, les informó de los hallazgos.
An Chang Qing jugueteó con las piezas de jade, sintiéndose como si un pastel hubiera caído repentinamente del cielo. Miró a Xiao Zhige con ojos brillantes y centelleantes.
Xiao Zhige reflexionó brevemente y preguntó a Zhou He Lan si recordaba la ubicación de la cordillera con la mina de jade para poder hacer que Chang Zai Chang enviara tropas a inspeccionar el terreno.
Zhou He Lan buscó en sus recuerdos y dio con una ubicación aproximada. Dibujó un mapa topográfico y describió la forma de la cordillera. Xiao Zhige escribió entonces personalmente una carta y le puso su sello privado antes de hacerla llegar a Liangzhou con rapidez.
Liangzhou estaba justo al lado de Yanzhou y un viaje de ida y vuelta sólo llevaría tres días. Xiao Zhige informó a An Chang Qing: ―Deberíamos recibir una respuesta en tres días.
Sin embargo, al tercer día, todavía no había respuesta de Chang Zai Chang. Ni siquiera el mensajero había regresado. Un explorador vino a informar de que el ejército de Hu Yan Xun, al que Xiao Zhige había hecho retroceder, se había reagrupado y se estaba preparando para un ataque.
Xiao Zhige reunió a sus tenientes para discutir las contramedidas. Por el momento, aunque la crisis alimentaria se había resuelto temporalmente, no duraría mucho tiempo. Además, se acercaba la cosecha de primavera. Durante este tiempo, los soldados también eran responsables de ayudar a los agricultores a arar los campos entre las batallas. Si esta guerra se prolongaba, los Beidi podían permitirse alimentar a su ejército por cualquier medio, pero Yanzhou no podía obligar a sus ciudadanos a hacer lo mismo.
―Tenemos que tomar una decisión rápida ―, dijo Xiao Zhige con autoridad.
―Pero Hu Yan Xun no se retirará fácilmente esta vez ―, señaló Qi Wei con solemnidad, ―Nuestros espías informaron que los territorios de Beidi habían sufrido demasiado por el desastre de la nieve. Sus ovejas y ganado murieron por el frío y, más recientemente, perdieron su cosecha de primavera debido a las infecciones de los cultivos. En esta batalla sin cuartel contra Yanzhou estaban luchando de espaldas al río*. Si no pueden conquistar Yanzhou, como Comandante Supremo, Hu Yan Xun será condenado por el Tribunal de Beidi.
{*背水一战 - Significa estar obligado a luchar y ganar o morir.}
De lo contrario, Hu Yan Xun no habría seguido participando en las siguientes batallas tras la pérdida de un brazo y la derrota en Hongya. Como una bestia acorralada, incluso en la muerte, tenía que dar al menos un mordisco a Yanzhou.
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Fritillaria - Majestad
RomanceAn Chang Qing temía a su esposo, el Señor de la Guerra del Norte que se rumoreaba que era temperamental y violento. Solo hasta su muerte supo que el hombre le había dado toda su ternura.﹝🍑﹞ ═════════════════════━━ ❝✺❞ ᴸᵃ ᵃᵐᵃᵈᵃ ᵉᵐᵖᵉʳᵃᵗʳⁱᶻ ᵈᵉˡ ᵗⁱʳᵃⁿᵒ...