"Cuando te ví por primera vez, supe que te amaría más que a nada. Tú te alejabas de mi, según porque 'no quieres hacerme daño'. Oh cariño ¿Acaso no te dabas cuenta que mientras más te alejabas más daño me causabas?. Él que fueras diferente no era un...
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Edward al leer los pensamientos de su hermana se sorprendió demasiado, su pequeña hermana había encontrado a su compañero y era un humano, rápidamente tomó su mano y empezó a llevársela delicadamente hacia la mesa donde estaban sus demás hermanos quienes no entendían que era lo que pasaba, a excepción de Jenny quien estaba sorprendida pues con su don podía ver los hilos dorados que unían al rubio y a su hermana.
Los magos estaban algo sorprendidos, pues el chico que estaba a lado de la cobriza era idéntico a su difunto amigo Cedric Diggory, parecían dos gotas de agua, les asombraba que la chica se pareciera al cobrizo y más les impresionaba que toda esa familia fuera increíblemente hermosa, ahora entendían porque tanto interés en ellos.
Elizabeth al sentir las manos de su hermano salió de su trance, de inmediato dejo de respirar pues no quería descontrolarse y lastimarlo, Draco no quitaba su mirada de ella, observó cómo se había puesto tensa pero no sabía por qué no le tomo mucha importancia hasta que Jessica lo saqué de su trance diciéndole que no perdiera su tiempo porque la hermosa Cullen nunca le haría caso, al escucharla el rubio rodó los ojos dándole una mirada seria y fría que hizo estremecer a la Stanley. Draco le rogó a Merlín que por lo menos pudiera compartir una clase con Elizabeth.
—¿Qué pasa? — preguntó Emmett preocupado.
—¡Elizabeth y Jenny han encontrado a su compañero! — exclamó entusiasmada Alice haciendo que los demás se sorprendieran.
—¡Es muy guapo! — chilló la pelirroja refiriéndose a Harry.
—¡Oh por dios Eli! Tu compañero es un rubio oxigenado— se burló Emmett.
—¡Cállate! — le gruñó la cobriza al escuchar como ofendía a su compañero, Emmett solo levantó las dos manos con inocencia
El rubio no le podía quitar su mirada de encima a Elizabeth, parecía como si ella lo hubiera hechizado, parecía que ella le había dado Amortentia, pero no, ella no le dio nada. Ella le había encantado.
De un momento a otro el rubio desvío su mirada rápidamente, ¡¿Acaso le gustaba una muggle?!
No eso no podía ser posible, él era una sangre pura, un gran mago, mientras que ella era una muggle. Una muggle realmente preciosa.
—Te están quitando a tu hermanita Eddie— lo molestó Emmett mientras reía junto a Jasper.
—¡Mi hermana no tendrá novio hasta que cumpla los trescientos años! — replicó molesto.
Los celos de hermano mayor estaban empezando a fluir en el cobrizo, fulminó con la mirada al rubio que estaba viendo atentamente a su hermana, pero Draco ni siquiera se inmutó con su dura mirada.