𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 2.

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Muggle deprimida.
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Verde, todo era verde en aquel pequeño pueblo de Washington, los troncos de los árboles no eran cafés, eran verdes, todo era verde. Extrañamente Draco se sentía tranquilo. La palabra correcta que Draco usaría para aquel pueblo era verde.

Harry conducía un auto muggle parecido al que tenía el padre de Ron, solo que este no volaba, al principio el pelirrojo se negaba a subirse ya que se imaginaba que iban a tener un accidente. Al final lograron que se subiera y ahora miraba todo con asombro.

Habían llegado a su nueva casa, Harry la había comprado, no era tan grande pero tampoco muy pequeña, tenía cuatro habitaciones y dos baños, aquello molesto un poco a Draco ya que no podría tener baño propio. Solo tenían un vecino el cual curiosamente era el jefe de policía de aquel pueblo. Charlie Swan, así había dicho Harry que se llamaba.

Bajaron del auto, el rubio observó la casa, no estaba tan mal pero aun así no le agradaba mucho la idea de estar en el mundo muggle, rodeado de muggles. Bajaron sus maletas para después adentrarse en la casa.

—¡Me encanta, es espaciosa! — exclamó emocionada Ginny

—Y tiene una vista increíble hacia el bosque— musitó Luna siendo abrazada por su novia

—¡Pido la habitación más grande! —replicó Draco subiendo las escaleras con los demás detrás de él gritando.

—No es justo Malfoy, Hermione y yo tendremos la habitación más grande— grito Ron.

—¡No es cierto la habitación más grande será de Luna y mía! — gritó Ginny empujando a Ron.

El pelirrojo se tropezó con sus propios pies tirando a Hermione haciendo que Ginny también cayera, Draco tomo ventaja y empezó a abrir todas las puertas hasta encontrar la habitación más grande. Escuchó los gritos de los demás y la risa de Harry al verlos a todos en el piso para después decirles que los muebles de cada uno ya estaban en una habitación, los ignoró adentrándose en la habitación para observarla, las paredes estaban pintadas de blanco, tenía una pequeña ventana que daba en dirección al bosque, las cortinas eran de color crema por lo que hizo que el rubio rodará los ojos, definitivamente cambiaría esas cortinas. Siguió observando la espaciosa habitación, apuntando en su mente que debería cambiar muchas cosas. Con su varita acerco todas sus cosas hacia la que sería su habitación. La cama y los muebles no le preocupaban porque ya estaban en la habitación, como había dicho Harry las habitaciones ya estaban asignadas.

Con su varita empezó a guardar y acomodar cada cosa en su lugar, los cientos de libros que tenía, sus insignias de Slytherin, y dos fotografías que tenía con su madre, una era en su primer día en Hogwarts en la estación 9 3/4, y la otra era en su cuarto año en Hogwarts. Una vez que acomodó todo se recostó en la cama pensando en todo lo que había pasado, por ejemplo; la guerra, fue un alivio que todo aquello haya terminado, no sentía ataduras, presiones, miedo, culpa, todo eso había terminado. Pero aún sentía un vacío enorme en su corazón, un vacío que no sabía cómo llenar o porque estaba ahí.

𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡 𝐂𝐮𝐥𝐥𝐞𝐧. [𝙳𝚛𝚊𝚌𝚘 𝙼𝚊𝚕𝚏𝚘𝚢] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora