𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 15.

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Egocéntrico.
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Elizabeth miraba la charola de comida que tenía enfrente con asco, la comida humana le sabía horrible. No entendía porque era mitad humana si ni siquiera parecía humana, lo único humano que tenía era su corazón el cual latía muy despacio, era un vampiro completo, pero claro a excepción de su corazón.

Disgustada tiró al plato el pedazo de carne que tenía entre sus finos y pálidos dedos, aquello llamó la atención de su mellizo quien la veía comprensivo.

—Hay que aparentar.

—Lo sé, es solo que es desagradable sentir su sabor, no sé porque soy mitad humana si lo único humano que tengo es mi corazón— replicó disgustada.

—Tranquila, sé que estás estresada por la sangre de tu compañero— musitó tratando de calmarla.

—Sus pensamientos son tristes, y no entiendo porque— susurró buscando con la mirada al rubio, pero al parecer él todavía no llegaba a la cafetería.

> ¿Qué pasó en mi ausencia?

—Toda la semana estuvo buscándote, perdía las esperanzas cada vez que no te veía, has dejado encantado al rubio, hermanita— musitó burlón el cobrizo.

Elizabeth estaba segura de que, si fuera completamente humana, sus mejillas tomarían un color rosado. Su mellizo solo empezó a reír mientras la cobriza lo fulminaba con la mirada.

—No te enojes, lo siento.

Elizabeth desvío su mirada hacia la entrada de la cafetería cuando sintió el aroma de su compañero, inmediatamente dejó de respirar y bajó la mirada mientras escuchaba el bufido de su hermano.

Draco iba entrando a la cafetería sin esperanzas, había perdido la fe de que ella volvería al instituto, aún quería volver a verla. Camino hacia la mesa dónde comúnmente comía junto a sus amigos, tenía la mirada baja pues no quería volver a ver ese asiento vacío. En ningún momento levantó la mirada, solo se concentraba en su comida e ignoraba a la parlanchina de Jessica.

—Elizabeth Cullen te está mirando— canturreó Jessica ocultando sus celos muy bien.

El rubio inmediatamente levantó su mirada conectándola con la dorada de la cobriza, parecía que ninguno quería apartar su mirada, y Draco no quería hacerlo.

¿Recuerdan la frase? Se perdió en su mirada.

Bueno, Draco nunca había creído eso, pensaba que era algo tonto y absurdo, pero en ese momento se estaba perdiendo en los perfectos ojos dorados de Elizabeth Cullen, al igual que ella en los grises de él.

—No entiendo porque te mira, los Cullen nunca hablan con alguien que no sean ellos mismos— musitó desinteresada.

—Solo estás celosa, asquerosa muggle— susurró lo último entre dientes, pero aun así Jessica lo escuchó.

𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡 𝐂𝐮𝐥𝐥𝐞𝐧. [𝙳𝚛𝚊𝚌𝚘 𝙼𝚊𝚕𝚏𝚘𝚢] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora