𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡 𝐂𝐮𝐥𝐥𝐞𝐧. [𝙳𝚛𝚊𝚌𝚘 𝙼𝚊𝚕𝚏𝚘𝚢] ✓

Capitulo 27.

Diggory.
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—Unos dicen que el mundo sucumbirá en el fuego, otros dicen que en hielo. Por lo que yo he probado del deseo, estoy con los que apuestan por el fuego, pero si tuviera que perecer dos veces, conozco lo bastante el odio para decir que la destrucción, el hielo también es grande y suficiente— susurró teniendo su vista en el libro que estaba en sus piernas.

El rubio la miró con una sonrisa coqueta para después apartar el libro de sus piernas y sentarla en su regazo, ignorando las quejas de la cobriza.

—Dijiste que querías que te leyera— reprochó la cobriza tratando de apartarse del rubio quien besaba su cuello con cariño.

—Si, pero podemos hacer algo mucho más interesante— murmuró para mirarla sonriente.

—Eres un pervertido, lo sabes ¿No?

—Tal vez, pero solo contigo amor.

Elizabeth ya no pudo argumentar nada al sentir los labios de su compañero en los de ella. La cobriza le siguió el beso para después empujarlo hacia atrás.

—No dejaré que robes mi inocencia— susurró en su oído para después alejarse de él.

Draco la miró con sorpresa.

—Cariño, el que tenga casi cien años no significa que no seré virgen. Nací en una época en la que la mujer debía ser virgen hasta el matrimonio, su primera vez y su primer beso debía ser con el que te casarías, era muy mal visto en ese entonces tener relaciones sin estar casados— comentó mientras se acercaba a él de nuevo, el rubio enredó sus brazos en la cintura de ella acercándola más— Fui educada de manera muy diferente, todas las chicas querían casarse y tener hijos, pero yo quería estudiar para poder ser una gran y respetada doctora, el matrimonio no me interesaba en ese entonces, lo veía como un pedazo de papel.

>Si te hubiera conocido en ese entonces y me hubieras propuesto matrimonio, tal vez habría aceptado.

Draco sonrió ante aquella confesión de su novia, le gustaba que ella confiara en él.

—Bueno, entonces cásate conmigo— propuso seguro.

Elizabeth lo miró con los ojos entrecerrados para después negar con la cabeza mientras sonreía.

—No, no me casaré contigo.

—¿Por qué no? — preguntó confundido atrayéndola más hacia él.

—Draco, aún eres joven, quiero que vivas todas tus posibles experiencias humanas, pero tal vez en algunos años acepté casarme contigo.

— Bueno puedo hacerlas, siempre y cuando estemos casados. No quiero ser un viejito arrugado que no pudo casarse con su hermosa novia— argumentó divertido.