6.

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Capítulo 6.

No hablé mucho con Niall durante la semana, pero si he pensado demasiado en él, incluso mucho más que cualquier chico que me haya llamado la atención en el instituto. Aunque bueno, creo que nunca me emocioné demasiado con alguno de ellos, en el fondo de mi corazón sabía que no ocurriría, que jamás podría llegar a pasar algo.
Pero el chico irlandés... Supongo que se debe a que es el primero con el que he hablado sin lograr entrar en cuestionamientos. Aunque no ha sido fácil, para nada lo ha sido realmente.

El día que nos encontramos en la parada de autobuses, por una leve fracción de segundos sentí que el pánico lograría apoderarse de mí. Cuando mis manos comenzaron a temblar levemente y la ausencia de palabras apareció, realmente sentí miedo.
Miedo por cómo él podría reaccionar, miedo por mi salud ya que estábamos en la calle y la lluvia al principio no nos daba tregua.
Pero todo mejoró conforme pasaron los minutos, y eso me hizo tener esperanzas.
Yo solo espero que él día de mañana pueda sentirme bien en su presencia.
Espero que mamá no haga sus preguntas incómodas a pesar de que le pedí que no lo hiciera.

Al principio fue difícil poder acercarme a ella y decirle que él vendría durante la tarde del sábado. Mamá ya estaba comenzando a preguntarse que le gustaría cenar, pero debí frenarla, decirle que no vendría a cenar, que solo pasaría un rato a saludar y que después se iría porque debe volver a la tienda de discos para ayudarle a su madre a cerrar el lugar.

Contarle a Nora fue peor, sentí mucha vergüenza, porque ella más que nadie sabe que jamás he tenido un amigo.
Durante toda la semana debí soportar sus comentarios, sus bromas y suposiciones, a pesar de que le dije que solo era un amigo y nada más.
Pero supongo que esa respuesta tampoco era válida incluso para papá.
Me interrogó durante toda la cena el día de ayer cuando me animé a decirle que un amigo vendría.

Él quería saber su edad, de donde era, cual era su ocupación, absolutamente todo. Y aunque me hubiera gustado decirle, yo tampoco sé mucho sobre él.
Después de darle mi dirección el día que llovió, durante la tarde cuando hablamos por WhatsApp, le pregunté que edad tenía, sentía mucha curiosidad. Quería saber más cosas sobre él, pero al final sólo me límite a esa pregunta en particular a lo que él respondió que veintiuno.
Me sorprendí al principio, ya que no aparenta esa edad, si no mucho menos.

Sus facciones son como las de un adolescente. Su cabello castaño y alborotado, sus mejillas siempre con un sutil color rosa pastel debido a su piel casi translúcida. Sus ojos con aquel azul intenso, que varía según el día. De las pocas veces que lo he visto, me he dado cuanta de ese detalle, porque si ves su rostro lo primero que llama tu atención son sus iris.
Creo que no he dejado de pensar en eso último durante todos estos días.

Y me asusta. Porque inconscientemente sin darme cuenta, le permití entrar en mi mundo. Permití que mamá, que papá, mis hermanos menores y Nora supieran de su existencia.
¿Pero que otras opciones tenía?, si fuera una chica a la cual amaría pasear por el parque o salir a la Bahía, no les diría inmediatamente sobre él.
Pero mi situación es diferente, no puedo salir de casa y deseo pasar mas tiempo con él, para conocerlo. Entonces no tengo más opciones que pedirle que venga hasta aquí.
A pesar de que los ojos curiosos de Mamá y Dennis estarán en nosotros. Gracias al cielo papá no estará en casa y Nora aparecerá por la noche para saber los detalles.

—¿Qué tal la sesión con Greta? —Me pregunta mamá mientras nos vamos a casa.

—Bien, lo mismo de siempre. —Respondo y ella asiente.

—Entonces, no se quedará a cenar mañana tu amigo. —Dice cambiando de tema abruptamente.

-Mamá por favor, ya habíamos hablando sobre esto. —Digo. —Nos quedaremos en la terraza, pasará solo a saludar un rato.

𝐄𝐒𝐂Ú𝐂𝐇𝐀𝐌𝐄 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora