24.

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Capítulo 24.

Niall.

No puedo dormir. El roce de los árboles contra la ventana me mantienen completamente despierto. Observo a Sam y envidio la forma en que duerme tan plácidamente sin importarle el sonido que ejercen las ramas debido a la brisa nocturna.
Hoy él estuvo feliz, hace mucho tiempo no lo veía sonreír y divertirse. Su risa poco a poco estaba desapareciendo, tal cual ocurrió con Ryan, pero hoy me sentí feliz de volver a verla.

Quisiera que él no estuviera pasando por esto, es tan pequeño, tan solo un niño que está recién entrando en la adolescencia. Escuchar al psicólogo mencionar Depresión Endógena, fue un balde de agua fría para mi madre y para mí.
El mismo diagnóstico de Ryan, los mismo pequeños síntomas. Realmente me preocupa, pero me prometí ser fuerte, por él y por mamá.

Ella intenta ayudar, sé que lo hace, pero la pérdida de Ryan ha sido tan grande para mamá, que volver a cuidar a otro hijo con los mismos síntomas es demasiado.
Es por eso que Sam es como un hijo para mi, debo cuidarlo, debo mostrarle que existen un montón de motivos por los cuales seguir adelante, por los cuales seguir luchando.

Suspiro e intento volver a conciliar en sueño, pero mi teléfono vibra bajo la almohada. Es Alessandra.

Alessandra: No puedo dormir ¿Estás despierto? —02:37 AM

Sonrío mirando la pantalla.

Niall: Lo estoy. —02:37 AM

Alessandra: ¿Quieres ir afuera? —02:37 AM

Niall: Sí, dame 2 minutos. —02:38 AM

Me levanto de la cama con mucho cuidado de no despertar a Sam. A oscuras camino hasta la puerta y salgo de la habitación. Alessandra está en el pasillo, apoyada en la pared, esperándome.
Mis ojos escanean su cuerpo, nunca la había visto en pijama. Su short corto apenas cubre la piel de sus muslos y su Top de tirantes me hace preguntar si no tendrá frío.

-Hola. —Me saluda, su voz es apenas en un susurro.

-Hola. —Respondo de la misma manera.

-Me alegra que estés despierto.

Le sonrío.

-Yo también. —Le digo.

-Ven conmigo.

Ella toma mi mano y me guía hasta el balcón.

-Déjame coger una manta, hace frío y no quiero que enfermes. —Le pido.

Vuelvo a la habitación y tomo la que está sobre mi cama. Ella me sonríe cuando me ve aparecer nuevamente.
Juntos salimos al exterior y nos sentamos en una rústica silla. No hace falta pedirle que se acurruque a mi lado, ella lo hace inmediatamente sentándose de lado sobre mis piernas. Sus brazos envuelven mi cuello y yo nos cubro a ambos con la manta.

-No hace frío. —Me dice y luego deja un suave beso en mi mejilla.

-La brisa es húmeda, y llevas poca ropa. —Respondo cubriendo la mayor cantidad de piel expuesta. Ella se ríe.

-¿Porqué no podías dormir? —Me pregunta.

-Te diría que es solo insomnio, pero el ruido de las ramas contra la ventana me tenía demasiado irritado. —Confieso y ella suelta una risita. —¿Y tú? —Pregunto mirándola.

-Estaba pensando. —Susurra.

-¿En qué? —Pregunto un poco divertido por ver sus mejillas ruborizadas.

𝐄𝐒𝐂Ú𝐂𝐇𝐀𝐌𝐄 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora