𝐄𝐒𝐂Ú𝐂𝐇𝐀𝐌𝐄 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

37.

Capítulo 37.

Niall.

Varias semanas después.

No recuerdo haber vivido un verano tan caluroso y extraño como este. A veces el clima cambia, hay días en que la temperatura es infernal, y otros donde la lluvia no se detiene por horas.
Estás últimas semanas hemos disfrutado del sol y los días agradables.

Después de la primera semana en que Alessandra vivió aquel episodio en la consulta de Greta, su sonrisa ha vuelto a ser la de antes. Aunque aún existen momentos en que está perdida. Cuando vemos alguna película con nuestros hermanos en el sofá de su hogar, la noto mirando fijamente la televisión perdida en su mente.
Me siento tan jodidamente mal, si pudiera sacar de raíz todo lo que está dañando su interior, lo haría.
Pero solo puedo brindarle mi apoyo, diciéndole que todo estará bien, que ella es más fuerte de lo que ella piensa.
El sentimiento de protección que siento hacia Alessandra poco a poco se ha apoderado de mi y se hace más grande. Mucho más de cuando la conocí.

Hace unos días hemos vuelto a visitar la tumba de Ryan, ella quería pedirle una disculpa por ir y dejar sus frustraciones en el lugar donde yace su cuerpo. Le expliqué que no era necesario, pero ella insistió en querer hacerlo. Su pensamiento sobre la muerte es exactamente el mismo que tiene mi madre.
Aquel día nos encontramos con Marie, tengo la leve sospecha de que todos los días está allí, porque incluso el día en que encontré a Alessandra en modo fetal sobre la tumba de mi hermano, ella me dijo que la chica pelirroja había estado con ella, que habían intercambiado un par de palabras y luego ella se marchó.

Era la primera vez que la veía cruzar palabra con alguien que no fuera de su círculo más cercano. No es que haya hablado fluidamente con Marie, pero mientras estaba allí con ambas, pude notar lo mucho que se estaba esforzando para que la pelirroja no notara que algo no andaba bien. En varias ocasiones me di cuenta que Alessandra se quedaba mirándola y aunque intenté descifrar en sus expresiones si era con agrado o no, no pude encontrar nada que me lo dijera.
Y cuando me animé a preguntárselo, ella simplemente me dijo que era una chica agradable.

Supongo que tiene razón.

-¿No has olvidado el regalo verdad? —Le pregunto a Sam.

-No, está aquí. —Me dice.

Hoy es el cumpleaños de Dennis y con mi hermano vamos rumbo a la casa de los Hansen. Mientras Conduzco no puedo evitar mirarlo de soslayo y percatarme de que está nervioso. Lo conozco lo suficientemente bien como para saber que algo le ocurre.
Debería preocuparme, pero él estas últimas semanas ha sonreído más de lo que podría haber imaginado. Quiero atribuir esa alegría a los Hansen, porque cuando Sam esta donde ellos, vuelve más contento de lo normal.

-¿Estarán todos sus amigos? —Continúo preguntándole, ya que quizás se siente incómodo con todos ellos.

-Él dijo que no. —Responde. —Su madre no le permite hacer fiestas hasta que cumpla los dieciséis. Hoy será una comida familiar, así como cuando nos invitaron hace algunas semanas ¿Lo recuerdas?

-Sí, lo recuerdo.

Por supuesto que lo hacía. Fue una velada muy agradable para ser nuestra primera cena juntos. Mi madre se divirtió, habló de Ryan, habló de Sam y por supuesto habló de mi. Nadie tocó el tema de Alessandra y lo que había ocurrido el día anterior.
Nuestros padres solamente se dedicaron a contar historias buenas de nosotros, nuestro mejor lado, nuestro lado positivo.

-Bien, ya estamos aquí. —Le digo a Sam y él siente.

Juntos caminamos hacia la puerta. No hace falta tocar el timbre porque Janne está mirándonos por la ventana. Su sonrisa es enorme y me hace sonreír.
Al abrir, sus brazos me rodean la cintura y Sam sonríe al ver lo efusiva que ella es.